¡POBRE SIMAS TAN LEJOS DE... ...Y TAN CERCA DE ROMÁN!
Cuando el alcalde Román -se enreda- perdón, Cepeda, anunció con mucho suspenso la rueda de
prensa mañanera, para anunciar una serie de acciones, tendientes a resolver el grave problema del desabasto de agua.Una especulación que plantee, fue, que iba a anunciar la privatización del servicio y puse como ejemplo, los casos de Saltillo y Querétaro.
Desde un principio, se le veían las negras intenciones, pues la crisis era, a todas luces inducida para justificar la canallada, pues, todos sabemos que el SIMAS puede con el paquete, o sea, que si se propone, puede garantizar el abasto de agua las 24 horas del día.
Pero como el organismo ha sido la caja chica del municipio, con que entre algo para los tiburones, con eso es suficiente.
El SIMAS no recauda millones de pesos por el servicio, debido a la corrupción en todos los niveles de la dependencia. Desde los acuerdos de los directivos y el alcalde para no cargarles la mano a los amigos millonarios que tienen albercas y jardines ostentosos, hasta a los amigos de empleados y trabajadores, donde éstos últimos, pueden moverle al viejo sistema de cómputo, para modificar el consumo de agua a discreción.
Pero lo más lamentable, es el negocio entre los directivos y el alcalde y los prestadores de servicio, que se encargan de dar mantenimiento, reparación o perforación de nuevos pozos. Como no se puede -o no se quiere- evidenciar con videos el proceso de mantenimiento de las bombas, de común acuerdo, directivos y empresas, hacen como que proporcionan el servicio, pintan los cabezales de la bomba, pero no la desarman para cambiar piezas muy usadas o inservibles, pero a la hora de la facturación, cobran decenas de miles de pesos, mismos que se reparten entre la mafia en funciones y las empresas.
Pero el verdadero negocio no está ahí, no. El negocio, es el moche que la empresa que se pudiera hacer cargo de proporcionar el servicio, le dará a Román -se enreda- perdón, Cepeda.
Si no, que le pregunten a Pimentel, que fue el que privatizó el agua de Saltillo a la empresa española, “Aguas de Barcelona”.
Y no, no es tan eficiente el servicio como se pensaba, en lo que sí fueron muy eficientes, fue en el cobro de las tarifas, que se incrementaron, alrededor de 300%.
Los torreoneneses, debiéramos exigir mayor transparencia y eficacia a los directivos y empleados del SIMAS, porque sabemos que el sindicato, es la ley en la dependencia, por lo tanto, hay que acabar con esos y muchos privilegios que se han enraizado por muchos años.
SIMAS, necesita un software actualizado, que evite el descontrol y el desorden, las fugas y la buena marcha del sistema operador.
SIMAS, necesita orden, pues, a pesar de que sus políticas y/o decisiones se rigen bajo un Consejo, parte ciudadano y parte institucional, éste, en realidad, se ha convertido en un trampolín para hacer negocios o brincar a un puesto en la administración.
SIMAS, bien administrado, no necesita que se privatice, lo que necesita, es una autoridad y funcionarios con capacidad y calidad moral, que piensen y quieran a los ciudadanos, que son la razón de ser del Sistema.
Y ahora, salen con la idea de aumentar el número de consejeros del Sistema, para pasar de 17 que hoy existen, a 20 que ya autorizó el Congreso del Estado. A ver, la situación que enfrenta el Simas, no es por falta de más burocracia, desde siempre, el Consejo ha sido un invitado de piedra en las reuniones, pues nunca se ha sabido que se haya aportado alguna propuesta, política, mecanismo o idea novedosa que haga más eficiente el organismo. ¡Claro que NO! Por eso, algunos consejeros, ni son ciudadanos, ni son académicos, pero sí, algunos empresarios que tienen negocios relacionados con la dependencia, y, obviamente, con cochupos, es como se sacan los acuerdos.
Y siguiendo con las ideas novedosas del alcalde de marras, Román –se enreda- perdón, Cepeda. Resulta que, como parte de sus 12 propuestas para abatir la falta de agua que sigue prevaleciendo en casi todo Torreón, ahora sacó una flamante idea para dotar de agua potable a 5 mil ciudadanos, que, según él, son los que más necesitan el agua.
Pero esto tiene sus asegunes: PRIMERO: las cinco mil bolsas de cinco litros que repartirá, en igual número de familias, tienen un costo de 40 pesos cada una; lo que significa, que comprará 200 bolsas diarias, pues, solo tiene un presupuesto de un millón 500 mil pesos. O sea, que esto nada más le ancanza para cinco días a la semana. SEGUNDO: el agua se le comprará a la empresa de los Issa, dueños de Combugás y que también venden hielos y agua embolsada, por cierto, con estándares de calidad no comprobados y, además, cada litro cuesta 8 pesos, precio que rebasa al de otras empresas, que son más conocidas y más confiables. Y aquí viene la pregunta: ¿Por qué no se hizo una licitación o invitaciones a otras empresas, si lo que se busca, es que haya más personas beneficiadas y, además, que las empresas, tengan solvencia empresarial para que garanticen que el producto es bueno.
Así que, –se enreda- perdón, Cepeda, tendrá que apoquinar, cuando menos, si quiere mantener su flamante programa por 8 semanas, unos 18 millones de pesos. Un jugoso negocio para una de las familias más ricas de la Región. ¡Ah! Pero si se considera el moche del 15% que es lo que, según, se fijó esta administración, la ganancia de los Issa, disminuirá en esa proporción. Sí, ¡pero sigue siendo negocio!
