EL KARMA DE CHÁVEZ ROSSIQUE
“Los borrachos, tarde o temprano,
siempre terminan cayéndose con
su propio vómito”
De un servidor, dedicada a AMLO.
Cada día me convenzo más, de que el Karma existe.
El Karma, es como el destino, cobra facturas, agravios y traiciones, sin que la persona agraviada se involucre, ni tome represalias por las afrentas. El Karma, tarde o temprano, le hará pagar al maloso, todo el mal que haya hecho.
Esto viene al caso, por un hecho muy lamentable que involucró y enlutó a varias familias.
La madrugada del 13 de Febrero, se suscitó un terrible accidente, en el que perdieron la vida dos personas. Una, fue el chofer de un taxi, Saul Monreal; la otra, una pasajera, Miriam Jiménez, que tuvo el infortunio, de estar en la hora y el lugar equivocado.
Esa madrugada transcurría, aparentemente tranquila, sin embargo un joven alcoholizado, los impactó de manera violenta, muy fuerte, con su lujoso carro, provocando los lamentables hechos.
Resulta que el muchacho de marras, es hijo de Pablo Chávez Rossique, aquel individuo, que llegó a ser Tesorero en la administración de Torreón, cuando Eduardo Olmos fue Alcalde.
El mismo tipo fanfarrón, prepotente y grosero, que ninguneaba y se peleaba con todo mundo. El mismo que por soberbia, se negó a cumplir con unas sentencias, que lo obligaban a devolver el pago del predial a unas cuantas personas, nada más por su capricho, su prepotencia y soberbia. El mismo payaso, protagonista, que se subía al trasporte público, para conminar a la ciudadanía, para que se pusiera al corriente con sus pagos de impuestos y derechos; el mismo, que iba personalmente, con medios de comunicación al frente, para descargar los tragamonedas de los parquímetros, porque no confiaba en el personal de la Presidencia; el mismo que se quedaba con la mayor parte del presupuesto y que adquiría servicios o compraba vehículos o equipo, sin respetar los reglamentos; EL MISMO, AL QUE SE LE ATRIBUYEN, SENDOS DESPLEGADOS (DOS), A UNA PLANA en El Siglo de Torreón, en el que, en el primero, presumía su estatus social y personal para atraer a una dama que quisiera compartir su vida; en el segundo desplegado, el tipo, daba las gracias por las cientos de respuestas favorables a su objetivo.
Bueno, pues ese comportamiento y su capricho de no devolver a los ciudadanos el pago del predial, hoy, lo tiene en la cárcel, y ya va para tres o más años.
Ahora, sin festejar o hacer burla de lo que pasó con su hijo, del mismo nombre, éste, resultó ser el causante de las dos muertes, a las que me referí al principio y que hoy se encuentra privado de su libertad, hasta en tanto, llegue a un acuerdo reparatorio con los familiares de las víctimas. Si es que no hay vinculación a proceso.
El joven Rossique, de 24 años de edad, viajaba esa madrugada, en total estado de ebriedad, en un carro de lujo, un Audi, (no podía ser un “bocho” o un carro viejo, ya que su padre, es coleccionista de vehículos de todo tipo y de diferentes modelos y años).
Esto, para un padre y una madre, es una tragedia difícil de superar. Y no se diga para el muchacho, que quedará marcado de por vida, recordando esa fatídica noche, pensando que con su irresponsabilidad, dejó a varias familias enlutadas, por las pérdidas irreparables que sufrieron.
Me decía mi madre, que en paz descanse: si un día la fortuna le sonríe, nunca olvide su esencia, no sea prepotente ni presumido, recuerde esto siempre y sea agradecido, porque estos principios se aprenden en su hogar, con su familia.
Es claro (porque conozco los antecedentes de Pablo, padre), que no le inculcó estos principios a su hijo, y ahí están las consecuencias.
Así que, aunque lo duden, el Karma sí existe, y es implacable con los abusivos, traidores, deshonestos y malvados.
