POR: REDACCIÓN
Torreón, Coahuila.–
La mercadotecnia hace su aparición en la televisión, la radio, la prensa, las redes sociales. “El amor está en el aire”, como dice la famosa letra del cantautor australiano John Paul Young, publicada en el ya lejano 1978. El festejo del 14 de febrero, día de San Valentín, día del “amor y la amistad”, crea la artificial necesidad de celebrar el “amor”, de gastar en cenas, comidas, regalos, flores, todo lo que rodea a esta fecha especial para los enamorados.
Sin embargo, atrás de toda la mercadotecnia creada alrededor de esta emblemática fecha, una de las más comerciales del año, se esconde un fenómeno que, lamentablemente, ha registrado un crecimiento sostenido en los últimos años: la violencia de género, y dos de sus expresiones más preocupantes: la violencia en el noviazgo y la violencia intrafamiliar.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la violencia es toda conducta o amenaza que se realiza de manera consiente y que causa daño físico, psicológico, sexual o económico. Se conoce como violencia de género al maltrato que ejerce un sexo hacia el otro, que puede ser de hombre hacia la mujer o viceversa, aunque es un fenómeno que se da con mayor frecuencia del hombre hacia la mujer.
Existen distintos tipos de violencia, y esta puede ser física; sicológica, económica o sexual. La primera, se refiere a los golpes, empujones, patadas, pellizcos y mordidas, y en la que también se llegan a usar armas u objetos, con el propósito de causar daños en la víctima. La violencia psicológica se refiere a los celos, insultos, humillaciones, marginación, indiferencia, desamor, infidelidad, comparaciones destructivas, rechazo y amenazas, son actos que dañan el equilibrio emocional de quien los sufre. Por su parte, la violencia económica se refiere a las limitaciones de dinero o posesiones que llevan a la dependencia y control sobre la persona afectada. Se presenta tanto en el hogar como en centros de trabajo. Finalmente, la violencia sexual
se conoce como el acto en el que alguien degrada o daña el cuerpo de otra persona, sin tomar en cuenta sus deseos o ideas, dañando su integridad física o mental, y ejerce poder para convertirla en un objeto sexual.
En México, 6 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia en el último año. Así de grave la actualidad de la violencia en nuestro país (https://www.imss.gob.mx/salud-en-linea/violencia-genero).
Existen también mitos y realidades alrededor del fenómeno de la violencia, entre ellos, que se trata de una situación exclusiva de personas sin dinero, ni educación. Sin embargo, esta afirmación es falsa, pues la violencia se presenta en todas las clases socioeconómicas y culturales. También está arraigado en el imaginario colectivo que si la mujer sufre violencia es porque provoca al hombre. Lo anterior es totalmente falso, pues no existe justificación alguna para la violencia.
De la misma manera, generaciones de mujeres crecieron con el discurso de que el amor todo lo puede, todo lo aguanta y todo lo supero. Falso, resolver un problema de violencia, es posible con ayuda de profesionales.
La violencia se justifica si el agresor padece de un trastorno mental o sufre adicciones. Asimismo, miles de mujeres tratan de justificar la violencia que sufren por parte de sus parejas afirmando que es el estrés provocado por el trabajo, los hijos, las presiones económicas, etc. Sin embargo, esta afirmación también es falsa, pues el estrés y la violencia son distintos y ambos pueden ser controlados.
Sin duda, se trata de un fenómeno complejo, cuya prevención en el discurso por parte de los tres niveles de gobierno suena tan romántico como los anuncios de la radio, la prensa y la televisión. Sin embargo, siguen en aumento, pues de acuerdo con cifras proporcionadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, las llamas al 911 para denunciar violencia contra las mujeres crecieron 12.53% en comparación con el 2020.
De tal manera, que durante el 2020 un total de 50 mil 534 llamadas a nivel estatal, mientras que en 2021 esa cifra de disparó hasta las 56 mil 866 peticiones de auxilio telefónicas. En ese mismo tenor se muestran las cifras se muestran las cifras de denuncias por violencia familiar, que crecieron un 26 por ciento de un año a otro. En 2020, se registraron un total de nueve mil 281 casos; mientras que en el 2021 esa cifra se disparó hasta los 11 772 casos. Preocupante.
De tal manera, que, este 14 de febrero, habrá cenas, serenatas, regalos, fotos para la posteridad, y muchas otras cosas más para celebrar el día del amor. Un día después, la realidad volverá a golpearnos en la cara: la violencia está aquí, y lejos de disminuir, se vuelve una triste realidad cada vez más frecuente.
