4° INFORME DE GOBIERNO DE MARS
Es claro que para el Gobernador Miguel Riquelme Solís (MARS), los cuatro años que lleva en el Gobierno de Coahuila, no han sido un día de campo.
En los últimos lustros, no había habido un Gobernador, que haya llegado al poder con tantas dificultades y amenazas. Desde el mismo día que ganó la elección, comenzaron los problemas. La oposición, que no pudo alcanzar acuerdos para hacer un frente común para derrotar al PRI, sí lo hizo después de atole, como dicen en mi tierra-, para tratar de desbarrancar el proceso legítimo de la elección y, así, por las malas, tumbar al candidato ganador.
De tal forma, que Riquelme asumió la gubernatura con grandes retos. Una sociedad coahuilense polarizada, una cuantiosa deuda, reminiscencias del crimen organizado y poco presupuesto para invertir y salir adelante con las promesas que hizo durante la campaña.
Se percibía, una hazaña, un reto, casi imposible de superar. Pero Riquelme, está hecho de otro material, porque es un personaje que viene desde abajo, que tuvo que abrirse camino a codazos, no como muchos riquillos, que sus papis les compraron cargos políticos (ahí está Lalito Olmos, Jericó Abramo, el “Diablito” de las Fuentes, Enrique Martínez Morales, Juan González, y muchos y muchas otr@s, que conocemos de sobra).
MARS, sí hizo talacha y es, y siempre ha sido, una persona seria (yo le decía que nunca ha hecho compromisos, que no haya podido cumplir, por eso, cuando dice sí, es sí; cuando dice no, es no.) Y así ha actuado siempre, no como, por ejemplo, Lalito Olmos, quien no es capaz de decir que no, pero, por lo regular, nunca cumple sus promesas.
El Gobernador Riquelme, se preparó en serio, en varios temas que sabía que tenía que dar resultados contundentes.
Visitó, antes ser candidato, siendo Presidente Municipal, varias ciudades que habían realizado acciones contundentes y exitosas para combatir la violencia y la delincuencia. No tuvo rubor en aplicarlas en el Municipio, y, ahí está la Línea Verde, los Centros Recreativos como la Jabonera, entre otros, sabedor, de que si se combate la inseguridad, debe partirse de bases muy sólidas, en las que participen los ciudadanos menos favorecidos, con alternativas para los jóvenes, para que no caigan en la garras de la drogadicción y, menos, en las del crimen organizado. Hoy, esta estrategia, es todo un éxito, por eso, ahora como Gobernador, se propuso llevar al Cristo de las Noas, una magna obra, que ya, de entrada, ha resultado un éxito en combinación con el Teleférico.
Se aplicó al combate del crimen, con una estrategia, que llegó a ser ejemplo para muchas entidades, y si no fue el primero, es de los mejores evaluados en el renglón de la seguridad y en gobernabilidad y aceptación entre los coahuilenses, incluso, a nivel nacional, está entre los mejores gobernantes.
A pesar de no contar con recursos suficientes, por la carga de la deuda y por los recortes que ha aplicado el gobierno de AMLO, para sacar adelante sus proyectos insignia, no ha dejado de hacer inversiones importantes en los cuatro años que lleva en el Gobierno.
MARS, tiene ya, un lugar asegurado en la historia de Coahuila, lugar que se ha ganado a pulso y que, la mayoría de los sectores de la población, le reconocemos.
Solo le quedan dos años en el cargo y no se ven figuras sobresalientes como él en el horizonte. Pero Miguel, es un estratega, sabe que tiene esos dos años para preparar o pulir, a una de las mujeres u hombres más destacados dentro de la política coahuilense, porque lo peor que pudiera hacer, es salir con una improvisación, porque eso acabaría con su legado y el Estado retrocedería.
Ojalá que su olfato político, que le ha dado grandes resultados, no se vaya a contaminar o le vaya a fallar, llegado el momento de decidir, quién será su sucesor.
Tengo la seguridad, que prevalecerá la cordura, su agudo sentido de la política y su legado, que es lo más importante.
Enhorabuena, al Gobernador, al político y al amigo, con quien participé en algunas decisiones importantes de sus proyectos políticos.