POR: FERNANDO RANGEL DE LEÓN
Inicialmente se anunció que la revocación de mandato fuera el 21 de marzo de 2022, aprovechando la celebración del Benemérito de las Américas, Benito Juárez; luego, que sería el día 27 de ese mes y año, y ahora se dice que será el 10 de abril, fecha en que se conmemora el asesinato de Emiliano Zapata.
Estos cambios de fecha los han estado haciendo tanto el Instituto Nacional Electoral INE, con base en resoluciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación TEPJF; dictadas en recursos legales promovidos para que la revocación de mandato se lleve a cabo con la menor cantidad de contratiempos.
Se quiere aprovechar ahora la experiencia de la consulta popular acerca de si se enjuiciaba o no a los expresidentes de la República, el pasado domingo 1° de agosto, que resultaron desairadas porque la ciudadanía no está acostumbrada a participar en democracia directa y porque el INE, no la orientó oportuna y debidamente para que votara; ni puso las casillas necesarias y suficientes para hacerlo en lugares visibles en todo el país.
Es muy importante la consulta popular para enjuiciar o no a expresidentes; pero es más importante consultar con el pueblo si quiere que el Presidente continúe o no en el puesto para el que lo eligió para 6 años, a la mitad de su mandato.
Es muy significativo que el mismo Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, haya sido quien promovió la reforma constitucional para la revocación de mandato, y sea a él mismo a quien se le va a aplicar por vez primera en la historia de México; lo que demuestra que le tiene mucha confianza y fe a los mismos más de 30 millones que lo elegimos el 1° de julio de 2018.
Los cambios de fecha para la revocación de mandato, obedecieron a que se necesita más tiempo para ampliar la instalación de las casillas para votar con la boleta en las poblaciones en donde no se puede hacerlo electrónicamente, y para capacitar al personal que deberá estar al frente de ellas.
Por lo que el INE, tendrá que modificar las fechas para la preparación de la revocación de mandato, emitiendo la convocatoria el 4 de febrero en lugar del 12 de enero del año entrante; y hacer otros cambios así por el estilo.
Lo importante es que con los cambios de fechas para la revocación de mandato, la ciudadanía no se confunda y tenga bien claro que lo que se juega en la revocación de mandato es la permanencia o no del Presidente elegido por ella misma.