Matamoros, Coahuila.-
“El año de Hidalgo” está a todo lo que da en Matamoros, mientras que el municipio se cae a pedazos, el presidente Horacio (ra)Piña aprovecha para ir con sus compas a la ciudad de México, a echarse sus caguamas en el estadio.
Argumentando que fueron a la capital del país, a gestionar recursos, el ejotito aprovechó para asistir al estadio a un partido de futbol, claro, con sus respectivas caguamas.
No sale de una cuando entra a otra, resulta que la venganza apache en contra de la regidora Liz Inungaray, surte efectos, cuando hace unos días el director de SP, “El Cachas” Alba, arremetió en contra de la regidora cuando ella fue a sacar un borracho de la cárcel.
El flamante jefe de los azules, ordenó que la detuvieran y le tomó una foto teniendo como fondo el logo de la corporación, es decir, la trataron como vil delincuente porque hasta las esposas le colocaron en sus muñecas.
Pues bien, esa foto la filtraron a algunos medios de comunicación y, sin cubrirle el rostro a la edil, “El Cachas” la compartió en redes sociales, dizque por órdenes de Lacho caguamas.
Lo cierto es que Lizeth no quita el dedo del renglón para denunciar públicamente y ante la justicia, los atropellos que comete el presidente municipal, quien acumula puntos para terminar tras las rejas y, lo peor, hasta sin cédula profesional.
TOMAN PRESIDENCIA DE VIESCA
Donde tampoco cantan tan mal las rancheras es en el vecino municipio de Viesca, ahí “gobierna” el botasmiadas Óscar Jaramillo, pero tiene como alcaldesa a su hija Nadia Jaramillo, quienes le han ocasionado muchos dolores de cabeza al gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís.
Su última hazaña, aparte del desvío de recursos en las arcas municipales, es el despido de más de cien empleados supuestamente eventuales, que desde el pasado 15 de octubre tomaron el edificio de presidencia, como medida de presión para que los reinstalen.
Lo que ahorita menos quiere Riquelme, son broncas en los municipios porque eso opacaría sus aspiraciones para alcanzar la candidatura por la presidencia de la república.
Después de jalarle las orejas a Óscar y Nadia, el ex alcalde hizo de tripas corazón y se apersonó con la gente que en ese momento tenía tomada la alcaldía, para bajarles el cielo y las estrellas y prometerles que todo sería resuelto satisfactoriamente al día siguiente, en el que Nadia los recibiría a las 10 de la mañana en el Centro Cívico.
Pero, oh sorpresa, Nadia nunca llegó y eso hizo encabritar a la gente y elaboraron un pliego petitorio donde exigen indemnización o en su caso reinstalación, sueldos caídos, auditorías y hasta van a constituir legalmente un sindicato para defender sus derechos.
A decir de los inconformes, Nadia se ha burlado de las familias; se salvan los regidores de oposición, que han votado en contra de los informes financieros mensuales y trimestrales, al no coincidir los números del débele y el haber.
Jorge Vélez, quien fue candidato a alcalde, es uno de los que asesora a los despedidos, y los asesores bien, aunque su presencia para nada agrada al botasmiadas de Óscar, el que, por cierto, es investigado por enriquecimiento ilícito y están a punto de asegurarle sus casas, incluyendo la de los Olivos.
Ah, se me pasaba decirles que el alcalde electo, Layín Escobedo, no quiere que llegue el uno de enero, sino que le urge; prueba de ello, es que empezó a barrer calles y lotes baldíos para practicar, porque, como se ve el panorama, con el presupuesto que manejará y los compromisos políticos, es lo único que hará en los tres años, barrer calles.