POR: SERGIO MENDOZA
Gómez Palacio, Durango.-
Los problemas derivados de la insistencia por parte de jóvenes que se dedican a la práctica del deporte extremo en vehículos especiales para dicha disciplina continúan. La semana anterior, se dio a conocer que, ‘otra vez’, los racers volvieron a introducirse al Parque Estatal del Cañón de Fernández, el resultado, otra tortuga ‘aplastada’.
De hecho, algunos usuarios en redes sociales a través de la aplicación ‘TikTok’, compartieron un video donde se puede observar a los jóvenes al momento de transitar con sus vehículos todo terreno en el área protegida del Cañón de Fernández, argumentando ante las autoridades de Recursos Naturales y Medio Ambiente en la Región Lagunera que contaban con un amparo para poder ingresar a dicha zona ecológica.
Raúl Villegas, subsecretario de Recursos Naturales y Medio Ambiente del Gobierno del Estado de Durango, compartió que resulta por demás increíble que algunos jóvenes, por el hecho de contar con recursos económicos, pretendan pisotear la ley y, sobre todo, ir en contra de la preservación de las diferentes especies de fauna y del medio ambiente.
“Siguen todavía de tercos los muchachos que traen su racer, queriendo entrar presentando un amparo que está obviamente a nuestro favor, siguen insistiendo estos ‘muchachitos bien’ con sus racers, pero los vamos a seguir sacando porque causan daños, de hecho, hubo otra tortuga aplastada desafortunadamente, siguen haciendo daño”.
El funcionario admitió que no ha habido multas ni sanciones, y añadió que las autoridades de los tres órdenes de gobierno han invitado a la población a que respeten las instalaciones y las reglas de esta importante área protegida: “sabemos también que hay niños que nacen en cunas buenas y que piensan que por tener dinero lo pueden hacer todo, en el cañón no, la semana pasada detectamos alrededor de 15 racers”, explicó.
Al respecto, Prodefensa del Nazas, emitió un comunicado en el cual rechazan de nueva cuenta la presencia de este tipo de vehículos al interior del Parque Estatal Cañón de Fernández, ya que los cientos de especies están en un área protegida donde es su hábitat natural y es contraproducente la presencia de visitantes que causen daños.