HUMBERTO MOREIRA Y LA LLEGADA DE LOS “ZETAS”
Si el ex Gobernador Humberto Moreira, tuvo o tiene la oportunidad de ver la serie titulada, “SOMOS”, producida por Netflix y estrenada el miércoles 30 de Junio, seguramente estaría o va a estar, retorciéndose de rabia, dolor y arrepentimiento.
Humberto Moreira, fue Gobernador de Coahuila, de 2005 a 2011. Desde antes de su llegada a la gubernatura de Coahuila, ya se veían los vínculos entre el nuevo y flamante Gobernador, con miembros destacados de los zetas, un grupo criminal y sanguinario.
En plena campaña, previo a las elecciones, se comenta, que se le veía en La Laguna, acompañado por el llamado ingeniero, el “Mono Muñoz”, el operador financiero y jefe de la plaza del grupo criminal mencionado.
Humberto no hizo en un día esa relación, incluso, se llegó a decir que, una vez que obtuvo la gubernatura, le acondicionó una oficina al “Mono Muñoz”, a un lado del antiguo restaurant en Saltillo, llamado, “La Casa Vieja”.
Humberto Moreira, le dio todas las facilidades a los zetas, para que, prácticamente, invadieran al Estado de Coahuila. Pero, hubo una región, dónde éstos criminales tuvieron su centro de operaciones y realizaban extorciones, saqueos, ajusticiamientos y toda clase tropelías.
Fue la Región Lagunera. Por ejemplo, aquí concentraron, prácticamente, todas sus actividades. Esta Región fue la más golpeada por el crimen organizado, dado que, del lado de La Laguna de Durango, operaba otro grupo, que era rival de los zetas y peleaban el control de la venta de drogas, desatándose fuertes enfrentamiento, en los que mucha gente, sin temerla ni deberla, fueron ultimados por los cárteles. Famosas fueron las masacres en “El Ferry”, en “Las Juanas” y en “La Quinta”, dónde, decenas de jóvenes que acudían a divertirse, fueron víctimas mortales de estos criminales.
Pero no nada más en La Laguna sucedía esto. En Allende, Coahuila, desde el 2007, los zetas se fueron estableciendo en esa Región y ahí hicieron relaciones y hasta se casaron con lugareños. Así, fueron eliminando rivales y tomaron el control de agencias gubernamentales importantes, convirtieron a la policía local en su secuaz y formaron en la Región, un refugio para todo tipo de criminales. Algunos lugareños se unieron a las filas del cártel, incluyendo a varios miembros de un prominente clan de rancheros y mineros, los Garza.
Estaban coludidas, las autoridades de todos los niveles e, incluso, desde la Ciudad de México, había pitazos cuando se hacían operativos, para que la gente que operaba para los zetas, escondiera las drogas antes de que llegaran.
En marzo de 2011, este pueblo, de 23 mil habitantes y a sólo 40 minutos en auto de la frontera con Texas, fue atacado. sicarios del cartel de los zetas arrasaron Allende y pueblos aledaños. Arrasaron prácticamente con todo, quemaron y demolieron casas, ranchos y comercios y mataron a decenas, posiblemente, a cientos de hombres, mujeres y niños, la destrucción de mansiones y las desapariciones se sucedieron erráticamente por semanas.
La mañana del sábado 19 de Marzo, los sicarios llamaron a varios operarios de maquinaria pesada y les ordenaron demoler, docenas de casas y comercios en toda la zona, muchas de las propiedades, fueron saqueadas a plena luz del día, en colonias prósperas y a la vista, no solo de los transeúntes, sino, cerca de oficinas gubernamentales, jefatura de policía y puestos militares.
Los sicarios invitaron a la gente del pueblo a tomar lo que quisiera de las casas destruidas, desencadenando una ola de saqueos.
A pesar de que la policía municipal, estatal y federal y hasta el ejército, fueron llamados, desesperadamente, por los habitantes de ese pueblo, nunca respondieron a esos llamados, consumándose así, una de las peores matanzas de los tiempos modernos en Coahuila.
Estos hechos se dieron en el tiempo en que estuvo como Gobernador interino, Jorge Torres López, quien fue enterado del suceso, pero tampoco tomó cartas en el asunto.
Torres López, ha pagado con creces su aventura en la política y su paso por la gubernatura, aparte de que le asesinaron a un sobrino en esa época, se fue huyendo de la justicia y a andar a salto de mata por más de tres años, eso le provocó un infarto, del que salió librado.
Hace unas semanas, las autoridades norteamericanas, le dictaron sentencia de 3 años de cárcel, lo que se reduce a unos siete meses, pues le acreditaron los dos años y meses que ha estado encarcelado esperando la sentencia. En Coahuila, se ha dicho, que no hay órdenes de aprensión contra él, así que le salió, relativamente bajo el castigo. Pero la conciencia y la paz interna, no las recuperará nunca.
Por su parte, Humberto Moreira, ya pagó con creces sus pésimas decisiones, pues, los mismos sicarios, a los que dicen cobijó, le mataron a su hijo mayor. Peor pesadilla, peor castigo, no puede haber en este mundo.
