POR: AGENTE 57
ARRANCAMOS… Es interesante como después de dos mil años las ideas o planteamientos de los griegos recobran actualidad, siguen siendo nuestros buenos consejeros. El pensamiento democrático griego y el pensamiento republicano fueron el fomento de la participación en la vida pública. Para Aristóteles, por ejemplo, “la sociabilidad humana alcanza su máximo en la participación política, lo que requiere el despliegue de las virtudes de justicia, prudencia y amistad. El hombre sería, un animal político (zóon politikón) y animal con logos, donde logos significa en griego tanto pensamiento racional como palabra con sentido. El hombre existe para vivir en sociedad, lo que permite el desarrollo de todas las capacidades humanas, las cuales no pueden alcanzarse en el espacio privado. La participación política pública será, entonces, el objetivo esencial de la vida humana. Y el fomento de la misma puede hacerse mediante diseños institucionales, facilitando que los ciudadanos participen en las reuniones públicas, o a través de la educación”. De acuerdo con esos lineamientos, es necesario impulsar en las instituciones el fomento a la educación y la participación, púes estamos convencidos de que un ciudadano formado en y para la vida democrática es la base de una sociedad que quiere vivir en paz. Para los demócratas griegos la participación política era un requisito inherente a la condición de ciudadano, de todos ellos, y aquellos que no participaban en la vida pública y se mantenían en la vida privada estaban entregándose a la idiocia. Así, los idiotas eran aquellos que solo se preocupaban de los intereses privados, y no de los públicos. De ahí que la pugna entre los demócratas y aristócratas encontraran un punto de conflicto clave en la posibilidad de que los pobres, el “dernos” participara y con qué grado de poder en las reuniones públicas. Entonces púes, la república descansa en la idea de un ciudadano que conoce y cree en el bien colectivo y en la justicia. Para fortalecerse, la república debe ofrecer los espacios donde los ciudadanos también nos fortalezcamos, nos encontramos y participaremos en causas comunes. A todo esto, se podrá advertir donde se perdieran esas enseñanzas de los antiguos sobre la participación: la concepción del ciudadano perdió la dimensión que tenía desde los griegos y fue cayendo,incluso, a un rubro inferior: los súbditos, lo cual ahora se ha retomado en su activación como ciudadanos. Sea quien sea el presidente de México, los ciudadanos debemos impulsar los temas que nos interesa que sean parte de la agenda del gobierno,, usando los mecanismos participativos existentes y buscando otros acordes con los recursos que nos ofrece nuestro régimen democrático, hoy más que nunca la activación ciudadana debe estar presente. Esta activación debe entenderse como el ejercicio de los derechos en una esfera más amplia, que no se concrete a cumplir con la obligación del voto y la obtención de la credencial de elector. Implica ser un ciudadano participativo, y dejar a un lado la apatía, lo que conllevará a fortalecer los principios de una cultura de la legalidad, del Estado de derecho y del respeto, y a fomentar el sentimiento de pertenencia a nuestro país para lograr una ciudadanía fuerte. Es impresindible una cultura cívica que involucre a todos los sectores, tanto privados como públicos; que reconozca la diversidad de intereses y formas de participación en la vida pública. La columna vertebral de la activación del ciudadano consiste en la participación ciudadana, que es parte fundamental del principio del republicanismo, y una de las mejores formas de impregnar la energía de la vida pública. En consecuencia, resultaría un gran error sugerir que la democracia, consta de dos clases: la de los gobernantes y gobernados. La noción de gobierno no significa una clase sobre y contra otra, incluye a todo miembro de la sociedad polílitca. Por tanto, el ciudadano activo gobernara, tema que algunos grupos o segmentos de la clase política no miran con mucha simpatía, ya que ven minado su monopolio político y por ende su poder.
MI VERDAD.- El resultado electoral de julio de 2018 fue, precisamente,la activación del ciudadano. N.L.D.M