POR: LA COMADRE
En solo uno de los pronósticos que hicimos para La Laguna de Coahuila, fallamos. En la edición de la semana pasada, anticipamos que Morena, iba a obtener, en total nacional, solo la mayoría simple en la Cámara de Diputados y solo 6 gubernaturas (en este pronóstico nos equivocamos); que el PRI, en Coahuila, ganaría el 80% de las alcaldías; 90% de las diputaciones; que en La Laguna, ganaría el 100% de las alcaldías (nos equivocamos por una), y que perdería una diputación.
Como pueden ver, no nos fallaron por muchos las predicciones, ya que se perdió Francisco I. Madero (que de hecho, después reconocimos antes de la elección, por la pésima candidata que postuló el PRI), pero le atinamos a que se perdía una diputación, la del Distrito 02 de San Pedro, que ganó Morena con Francisco Javier Borrego.
Esto nos vuelve a colocar en un buen lugar como agoreros, pitonizos, oraculeros y visionarios, pues en la elección pasada de diputados locales, auguramos carro completo.
En lo demás, como se anticipó por muchos analistas, las elecciones del domingo, estuvieron marcadas por la violencia, pues casi 80 aspirantes o candidatos a puestos de elección, fueron ultimados, en su mayoría, aspirantes a puestos locales y, se conoció, que los autores intelectuales fueron, mayormente, alcaldes o funcionarios de los municipios.
Otra característica de la elección, fue el activismo desbordado del Presidente, quien ni un día, dejó de hacer proselitismo abierto, ya sea en las mañaneras o en sus recurrentes giras por el territorio nacional.
Pero lo más lamentable de la elección, fue la aparición de payasos, vedettes, artistas, luchadores y muchos personajes que no tenían nada que hacer en la elección.
Pese a lo desarticulado de la oposición y que solo a medias hicieron alianza, PRI, PRD y PAN, juntos o por separado, obtuvieron buena cosecha, cuando menos en las alcaldías de la CDMX, donde, hasta el momento de escribir esta columna, ya llevaban ocho (una todavía está en juego), alcaldías ganadas de solo dos que están gobernando.
En concreto, los analistas coinciden en que, el gran perdedor fue AMLO, pues el contexto en que se llevó a cabo la elección (provocado por el Presidente), jugó un papel muy importante. Veamos: “…Unos perdieron algún familiar o conocido por la pandemia; otros padecen el desabasto de medicamentos en el sector salud del gobierno.
Quien no ha perdido su trabajo o su negocio, enfrenta grandes tribulaciones económicas al ver que los pesos que ganan se los come la inflación creciente. No hay trabajo y el que hay está muy mal pagado.
La recesión económica, aún con una recuperación incipiente, pega en todos los estratos sociales, por supuesto se recrudece en la población marginada y la clase media.
Para otro sector de la población, ya padeció a los delincuentes con afectaciones en su patrimonio y lamentablemente, con asesinatos entre los suyos.
Los feminicidios y la violencia de género van en aumento, ante la actitud misógina y pasiva del presidente
La corrupción, la opacidad y el amiguísimo se han recrudecido con el gobierno de AMLO. Las licitaciones públicas se caracterizan por adjudicaciones directas a los cuates. Los funcionarios y familiares saquean el erario, de esto, los medios de comunicación y las redes sociales dan cuenta.
La pérdida del Estado de derecho y de la confianza de los inversionistas en el país, son factores de peso que inhiben en el corto y mediano plazos el crecimiento económico.
Estamos ante un Estado fallido en donde se han perdido amplias regiones del territorio nacional a manos del crimen organizado. Los cárteles de la droga controlan entidades con la venia de las fuerzas del orden.
La militarización del territorio nacional avanza día a día en menoscabo de los derechos humanos de los civiles.
Ante esta breve radiografía, solo aquellos que reciben las dádivas del gobierno, y no todos, siguen apoyando al gobierno de AMLO. Entre los demás sectores de la población el desencanto y la desilusión aumentan con el paso del tiempo…”
Lo cierto es que con estos resultados, el proyecto de AMLO se verá truncado, y de por sí, con su aplastante mayoría no ha podido sacar adelante sus alocadas reformas, después de instalada la próxima legislatura, será aún más difícil que sus proyectos prosperen. Los sueños del mesías tropical, se van a ir al caño y sus sueños de pasar a la historia como un personaje mítico como Morelos, Hidalgo, Madero o Cárdenas, se disipan con los resultados de la elección. Y todavía falta la revocación de mandato, que se organizara dentro de tres meses, no pasaría la prueba del ácido.
Esto debiera ser suficiente para que le dé un giro a su gobierno y a sus políticas draconianas e inhumanas. Pero, conociendo al personaje, lo más seguro es que siga haciendo lo mismo, pero recargado.
Otro de los factores de la derrota de Morena en algunas regiones, se debió a que, trataron de reelegirse, personajes impresentables, con malas gestiones y pésima trayectoria. Es el caso de Jorge (Peje)Zermeño en Torreón, quien ha hecho un papel lamentable como alcalde en los dos periodos consecutivos que lleva. Se necesita ser un cara dura, como él, para pensar que la ciudadanía de Torreón le iba a dar el voto para que siguiera mamando del presupuesto como diputado federal. La ciudadanía no le perdona la gran corrupción en su administración, el tráfico de influencias y los negocios de él, su parentela y sus amigos, de manera descarada y, para colmo, el mal uso de los recursos para realizar obras sin licitar y de pésimas condiciones. Y qué decir del gran malestar que han generado las políticas recaudatorias a través de las multas de tránsito, de los inspectores a los negocios y de las extorsiones de la policía. (Peje)Zermeño le falló total y absolutamente a la ciudadanía, de ahí el castigo que recibió en las urnas.
Lo mismo le pasó a la “Abejita Feliz”, Paty Grado de San Pedro y a Horacio (ra)Piña de Matamoros. Pésimos como alcaldes, pero con un ego gigante. ¿Cómo es posible que pensaran que iban a ganar la reelección, después de todas las trapacerías cometidas durante lo que llevan de su gestión. La primera, una inepta que en todo este tiempo, no ha podido garantizar los servicios básicos para los habitantes, amén de los malos manejos del erario; el segundo, aparte de lo anterior, resultó ser un patán, un pillo y corrupto personaje, que lo único que ha hecho, es sacar de pobres a sus familiares, asegurar su futuro comprando un rancho (que por cierto, lleva a los trabajadores de limpieza a que hagan talacha gratis o, más bien, con cargo al erario público. No contento con eso, el camioncito que compró el comité de parquímetros, ya lo tiene en su rancho para movilizar las pacas de alimento. Si no lo creen, pregúntenle dónde está).
Estas, fueron unas campañas costosas y opacas, donde corrió el dinero a raudales, principalmente a través de la contratación de publicidad en Internet, donde es fácil evadir la fiscalización. Hay quienes hablan de que Luis Fernando Salazar, solo en Internet, gastó más de 40 millones de pesos y que Antonio Attolini, anduvo por esos mismos números, por cierto, solo para hacer el ridículo de los ridículos.
Las autoridades electorales, estuvieron a la alturas de las circunstancias, pues a pesar del asedio constante del Presidente hacia sus integrantes, no se nos olvida que ellas, son sólo las encargadas de encauzar una jornada sustentada en alrededor de millón y medio de ciudadanos. Son ellos los que instalan las casillas, los que acreditan a sus compatriotas; son ellos los encargados de mantener el orden y respeto dentro de esas capillas efímeras que permiten la expresión libre de los ciudadanos. Son ellos los que cuentan los votos frente a sus pares hasta lograr un primer acomodo de las cifras. Son ellos, los responsables de llevar el material electoral a los distritales. Allí, setenta y dos horas después, no antes, surgen las cifras oficiales que van acomodándose en el rompecabezas.
Gritar fraude a partir de corazonadas, chismes o intrigas, es una ofensa a los ciudadanos que entregan tiempo de sus vidas para que esta República se organice. Los resultados preliminares, conteos rápidos, encuestas de salida y otros, sirven para esbozar algunos rumbos.