POR: EUSEBIO VÁZQUEZ NAVARRO
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* A propósito del reciente Día de la Tierra;
* Un documento de don Esteban Vázquez Godoy;
* Que nos heredó en su testamento al morir en 1972;
* Falleció El Cherokee, el mejor declamador del Canto a Morelos.
TORREÓN, COAHUILA.-
Siendo el árbol el primer factor de vida humana, pese a la cultura alardeada de los tiempos-, nos hemos dedicado a su destrucción, matando con ello nuestra propia vida y la vida del planeta tierra.
Por ese motivo, en su período presidencial, el licenciado Adolfo Ruiz Cortines declaró oficialmente que el mes de julio se dedique al árbol. Para cumplir con nuestra natural obligación, necesitamos conocer el reino vegetal al que pertenecen todas las plantas, desde la más rastrera verdolaga, hasta el más aromático pino y hasta el más legendario ahuehuete, hasta el más somnoliento cedro y un olivo para que de él surgiera la Cruz del Redentor del mundo.
El reino vegetal en contacto con la madre tierra es el padre generoso del reino animal al que pertenecen todos los humanos todo ser viviente, por eso no debemos matar ese elemento vegetal, porque von eso estamos llevando hacia el ocaso todo lo que se puede llamar vida.
El planeta está envejeciendo, la tierra es cada día menos fecunda, es como cuando nosotros llegamos a la vejez, si no nos inyectamos un calcio comercializado moriremos prematuramente. A la tierra también le faltan esos calcios.
Tenemos aguas en los mares, en los polos se forman montañas de hielo y si la tierra es la madre acogedor y santa de dónde venimos y a donde vamos, según la señal de la Cruz… ¿Por qué no debemos alimentar a esa madre nuestra?
Sólo así ella podrá seguir alimentándonos, plantando un árbol en cada primavera, aunque no basta con plantarlos, hay que regarlo, atenderlo, etcétera. Así podremos compensar en gran parte el gran pecado de lesa humanidad que hemos cometido con los árboles.
Nos servimos del árbol desde la cuna hasta la muerte, pero nada hemos hecho por él. Cada árbol plantado recibirá del sol calorías e inyectará a la tierra hasta las raíces para que pueda desentumecerse y pueda derretir los hielos de los polos. Así volverán las aguas a los mares, los lagos, los ríos, las fuentes y manantiales y así la humanidad podrá vivir muchos, muchos siglos.
MURIÓ ISIDRO JESÚS MONTOYA GALVÁN, “EL CHEROKEE”
En Ciudad Juárez, Chihuahua, población en la que radicó un buen número de años de su vida y según dato que se consigna en la revista En Marcha, de ahí fue originario, el 6 de febrero pasado, falleció el profesor isidro Jesús Montoya Galván, mejor conocido por su alias de combate. El Cherokee egresó de la Escuela Normal Rural de Santa Teresa, Coahuila, en junio de 1968, institución en la que se destacó por su activismo y su gran afición a la práctica del basquetbol y en su momento y a su paso como maestro y director por la ENR, el profesor Teodoro Aguilar Bermea con su ojo clínico y sus dotes literarias, compuso su poema “Canto a Morelos” y seleccionó a El Cherokee como su intérprete preferido y al final de sus días, se le reconoce como el mejor y casi único declamador de esa pieza poética vibrante, tal como la catalogó el profesor José Santos Valdés en su momento.
