POR: SAMUEL CEPEDA TOVAR
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El tema sin duda se ha politizado, ¿y cuál no?, pues vivimos en un contexto en el que el tema que no se politiza no genera dividendos para algunos grupos en particular. Medios masivos y algunos destacados opinólogos manifiestan constantemente que el actual gobierno federal ha gestionado erróneamente la actual pandemia, sobre todo por los casos que siguen incrementándose, por las muertes que diariamente nos dejan ver los medios de comunicación, y desde luego que para toda tragedia debe haber un culpable, sin embargo, más allá de las filias y fobias que acompañan acusaciones y defensas hacia el actual gobierno y la estrategia para el combate de la pandemia, vale la pena analizar cifras que nos permitan visualizar un panorama más amplio para formar un juicio más preciso, más holístico para con ello establecer una postura más allá de las expresiones emocionales. En primer lugar, la decisión de marzo del 2020 de suspender todas las actividades escolares fue la más acertada y apropiada en cuanto a tiempo de respuesta, pues los centros escolares son sin duda alguna los focos de contagio más riesgosos que existen en todo el país, pues son millones de alumnos de todos los grados y sus docentes los que convivían diariamente y cuyo distanciamiento fue esencial y oportuno. De pronto se acusó al gobierno de no establecer filtros en aeropuertos y tomarse a la ligera el virus; sin embargo tal cual lo señalara en su momento el subsecretario federal de salud, no hay en toda la historia epidemiológica indicios de que estas medidas fueran efectivas en la contención de un virus, sobre todo cuando 8 de cada 10 contagiados son asintomáticos y es imposible su detección inmediata, además, países como Rusia que implementaron medidas más drásticas en sus puntos de acceso fueron finalmente invadidos por el virus, con lo cual la tesis del subsecretario se comprobó de manera categórica, pero veamos cifras más contundentes. Otro aspecto positivo fue la reconversión hospitalaria oportuna para la atención de pacientes infectados, y esta reconversión ha sido reconocida por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) como un punto estratégico para la gestión de las pandemias. En cuanto al número de casos de Covid en el mundo, México ocupa el lugar 12, por debajo de países como Reino Unido, España, Francia, Argentina, Colombia, Italia, Brasil, Rusia, etc., lo cual indica entonces que países de primer mundo también fracasaron en cuanto a la gestión de la pandemia, y si tomamos en cuenta que algunos de los mencionados son países de primer mundo, resulta loable estar por debajo de ellos en cuanto al nivel de contagios, sin embargo, la precariedad de nuestro sistema de salud heredado de decenas de años de malas administraciones nos ubican en un cuarto lugar en cuanto al nivel de letalidad del virus, superados solo por India, Brasil y Estados Unidos, pues es cierto que el sistema de pronto se ve rebasado, pero también es justo encontrar las causas, pues para finales de 2020 el sistema de salud tenía capacidad para atender casos graves de coronavirus, sin embargo, se anticipaba un repunte de contagios y una saturación significativa en enero, producto, desde luego, del desacato ciudadano de evitar las reuniones decembrinas, con lo cual los repuntes y la saturación no es un fracaso de las autoridades, sino de la negligencia ciudadana en cuanto a la prevención, y para finalizar, ante la tragedia actual, el día de hoy en la fila para la prueba Covid, los formados no respetaban ni la sana distancia y algunos retiraban su cubre bocas para escupir hacia el suelo. No, el gobierno no ha fracasado, la ignominia es de un pueblo que sigue la negligencia como hoja de ruta en su diario proceder.