POR: FERNANDO RANGEL DE LEÓN
Así como los números 7, 9 y 13, y otros, se refieren a la suerte, buena y mala, el número 41 se refiere a las personas con preferencias sexuales diferentes a la de la mayoría; al grado de que cuando un hombre tiene o va a cumplir 41 años de edad, en lugar de ese número prefiere decir 40 años doce meses.
Pero como todo en la vida tiene una razón de ser, el 41 también tiene su origen en un hecho real llevado a la película “El baile de los 41”, que acaba de ser estrenada el pasado 19 de noviembre, en los cines de México; ocurrido el 18 de noviembre de 1901, en el que hubo una redada policiaca en una casa en la ciudad de México, en la que estaban bailando 42 individuos, 21 vestidos de hombre y 21 vestidos de mujer; dando cuenta la prensa de este suceso al día siguiente.
Este hecho escandalizó a la sociedad homofóbica, e hizo que los medios de la época empezaran a hablar sobre el tema de la homosexualidad, que antes era un tabú; e inspiró al autor de la cinta David Pablos, a filmar la película, en la que actúa el actor lagunero Rodrigo Virago; como una crítica a la homofobia que todavía se tiene en la actualidad, a 119 años de ese suceso; aunque de manera diferente, agrega Pablos.
Tan escandaloso fue ese suceso que el famoso caricaturista revolucionario José Guadalupe Posada, hizo una caricatura que denominó “El baile de los 41 maricones”, en la que está un bigotón vestido de mujer junto a su pareja de frack.
Pero lo que le dio más importancia a ese baile, y que fue lo que lo hizo trascendente históricamente, es que de esa redada policiaca de los 42 homosexuales solo reportaron a 41 porque el 42 era nada más y nada menos que Ignacio de la Torre y Mier, yerno del Presidente de la República, Porfirio Díaz.
Ignacio de la Torre y Mier, era el esposo de Amada Díaz, hija del dictador y de la sobrina de éste, y quien tenía un amante de nombre Evaristo; pero además era un acaudalado dueño de uno de los principales ingenios azucareros del estado de Morelos, y aspirante a la gubernatura.
Por lo que de la Torre y Mier, de ninguna manera podía aparecer en la lista de detenidos; ya que se trataba del primer “yerno del país”; de manera que se recortó a 41 el número de los 42 homosexuales de ese famoso baile de maricones, como lo tituló Posada, en su caricatura.