POR: ABEL ALCALÁ H.
Para descubrir y denunciar a los enemigos de México tenemos dos instrumentos inobjetables, uno es la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanan, el otro es el Himno Nacional de México.
Sirva a los doctos jurisconsultos, el instrumento de la Constitución Política de México para su investigación y tratemos de descubrir y denunciar a los traidores a México con la luz que nos dispensa el Himno Nacional Mexicano, tomando las estrofas oficiales del total del símbolo patrio.
Siendo los símbolo patrios; Escudo, Bandera e Himno nacionales, los que señalan lo más excelso de la nacionalidad, es decir, nuestra identidad y los valores que nos guían como la Unidad, la Solidaridad, admiración por nuestra historia verdadera, las tradiciones, y en concreto el himno nacional nos motiva y advierte de la importancia de estar prestos a defender la patria de sus enemigos.
Por lo tanto, en las estrofas del propio himno nacional encontramos los elementos, los criterios y las acciones concretas a realizar en contra de los enemigos de la patria, pues quien menosprecie lo establecido en nuestro himno nacional es declarado adversario de los mexicanos, o al menos que crea, como quieren los enemigos de México, que los símbolos patrios son obsoletos.
Veamos quién o quiénes son enemigos: se considera enemigo a una persona o grupo de personas que no se quieren o por motivos políticos radicales tales como el invadir a otro país por la captura de sus recursos naturales. El enemigo es la expresión radical de la diferencia entre personas, el antagonismo exacerbado o el desacuerdo extremo, innegociable e intolerante entre entes sociales, políticos, religiosos. Enemigo es el que desea apoderarse del territorio, de su riqueza y someter a la esclavitud al pueblo.
Por eso el himno nacional nos alerta a estar listos al “Grito de Guerra”; desea la paz, el respeto y la solidaridad entre los pueblos. “Más si osaré un extraño enemigo profanar con su planta tu suelo”; demanda que cada uno de nosotros nos convirtamos en un soldado de la patria, sin importar la condición personal.
Nos exige la guerra sin tregua al que intente manchar de la patria los blasones y siempre con los deseo y voces de “Unión” ,“Libertad”, prefiriendo la muerte a la esclavitud y pérdida del territorio nacional; “Antes patria que inermes tus hijos, Bajo el yugo dobleguen su cuello, Tus campiñas con sangre se rieguen”,
Finalmente, nuestro símbolo patrio nos exhorta dar una ofrenda: “Patria, patria tu hijos te juran, exhalar en tus aras su aliento, si el clarín con su bélico acento, los convoca a lidiar con valor”. Esa ofrenda debe ser refrendada cada día y durante todo el día por cada uno de los mexicanos, porque nuestra patria siempre está acechada por los enemigos de dentro y fuera de nuestro territorio.
Cómo descubrir y denunciar a esos enemigos de la patria?. De conformidad con lo plasmado nuestro himno, diremos que los enemigos son aquellos que abren nuestras fronteras a individuos que vienen a dañar al país; son aquellos que entregan nuestra soberanía a grupos y mafias con intereses contrarios a nuestra mexicanidad como el foro de Sao Paulo; son aquellos que promueven la mediocridad, la miseria y los vicios entre los mexicanos; son aquellos que dividen, enfrentan y destruyen la unidad de los mexicanos; son aquellos que protegen los interés de los extranjeros en detrimento de la economía familiar; son aquellos que atentan contra la vida, los que juegan con la pandemia con fines ideológicos, que atacan la idiosincrasia, la familia y las tradiciones culturales de México.
Son astutos los enemigos que se infiltran en las instituciones y el propio gobierno para desde allí diezmar las fortalezas de los mexicanos promoviendo en la vida cotidiana la corrupción, la demagogia y la mediocridad.
Los mexicanos debemos tomar a nuestro Himno como el manual de conducta a seguir para salvar a nuestro país. Descubrir y denunciar a los enemigos no es difícil cuando observas con detenimiento sus acciones perversas contra México., contra su patrimonio, su independencia y soberanía. Descubrirlos y denunciarlos públicamente es nuestra obligación. Usted lector dice la última palabra.