UNA TORTUGA DEBERÍA SER EL SÍMBOLO DE LA ADMINISTRACIÓN DE JORGE (PEJE)ZERMEÑO
¿Será que por eso, que el sábado 15, el Alcalde viajero, posó al lado de la gran tortuga que le da nombre a la plaza que se encuentra a la entrada de la Colonia Torreón Jardín?
Y es que, si por algo se ha caracterizado esta administración pejezermeñista, ha sido por la lentitud con que realizan las pocas obras que emprenden. Quién no recuerda que hace más de dos años, inició con un ambicioso proyecto de remodelación de la Calzada Colón, en la que presentaron maquetas e ideas vanguardistas, y es fecha, de que no han avanzado ni un tercio con las obras y del proyecto original, ni sus luces. El paseo es un desastre, un mugrero; cuántas quejas y bloqueos no ha enfrentado el Alcalde por ciudadanos encabronados porque van y abren el pavimento, hacen hoyos que parecen cráteres para arreglar alguna fuga o un colector y pasan semanas y hasta meses sin que terminen. La pavimentación de calles y avenidas, aparte de tardadas, solo las dejan a la mitad. La Alameda Zaragoza, tiene casi un año de haber comenzando la remodelación y es fecha que no terminan. Y así por el estilo, la plaza de la Tortuga, ha avanzado a ese ritmo, al paso de la tortuga.
La administración de Jorge (Peje)Zermeño, ha resultado muy onerosa para los ciudadanos, pues, de por sí, antes de la pandemia, los funcionarios muy allegados al Alcalde, se han dedicado a hacer negocios muy lucrativos con empresas fachadas, que son manejadas por los hijos de (Peje)Zermeño y de otros funcionarios, como ya se comentó aquí, con el contrato a modo para la empresa que se encarga del acarreo de escombro y ramas o árboles ¡de los contenedores! al Cañón del Indio.
Pero lo más abusivo, es que el Alcalde, aproveche la distracción que ha generado el COVID19 entre la población, para salirse cuantas veces quiera del Municipio, para irse con su familia a vacacionar. El señor, muy seguido se pierde hasta una semana, para regresar más coloradito de lo que está.
Ni ha atendido como se debe el problema de la pandemia y los estragos que ha causado, pues, por el contrario, se había dedicado a desacreditar todas las acciones que han tomado los miembros del subcomité de Salud. Primero, negando la importancia del cubre boca y, después y hasta la fecha, sin implementar ninguna medida para desalentar que la gente salga de su casa. Está bien que se niegue a multar o a aplicar algunas sanciones a la gente que no entiende la magnitud del problema y que por eso, sigamos en los primeros lugares de contagios y decesos, pero cuando menos, debería aumentar los rondines de policías y tránsitos con un doble propósito: inhibir la multiplicación de los delitos y, por otro lado, advertir a la gente que anda en la calle del riesgo que corren ellos y las personas que los rodean.
Pero no, los delitos de todo tipo se siguen multiplicando, junto con los contagios y muertes por COVID19.
Van dos semanas seguidas, en que se han presentado asesinatos violentos; cada día sube el número de asaltos a casa habitación, son más frecuentes los asaltos y robo de vehículos en los cruceros de la ciudad, los asaltos a los negocios y a personas que salen de retirar dinero de los bancos, también han crecido. Y mientras los organismos empresariales y el Consejo de Seguridad exigen más vigilancia y efectividad al Alcalde y a su Jefe de Policía, no paran en justificaciones y mentiras sobre las estadísticas. Es más, la semana pasada, (Peje)Zermeño, ya desesperado por tanto reclamo y notas negativas en su contra en los medios, dijo, palabras más, palabras menos: “¡En otras ciudades también se presentan hechos delictivos y se ha incrementado la violencia!”.
Lo cierto, es que se han invertido millones de pesos en la creación de un Centro de Control con lo último en tecnología, se ha presumido la compra de cientos de cámaras de última generación, se ha dicho que se ha incrementado la vigilancia en las calles, pero, ¿qué creen? No hay una coordinación efectiva entre el Municipio y el Estado, porque a (Peje)Zermeño, le da roña acudir a las reuniones con el Gobernador o su gente.
De nada sirve tener la tecnología de vanguardia, un número respetable de policías, buenos y suficientes vehículos y equipamiento necesario, si todo lo quieren hacer solos, pero sin controles, porque el Jefe de la Policía como el de Tránsito, son unos verdaderos inútiles, que no se les ve nunca, incluso, el de la Policía, un tal PRIMO, se va muy frecuentemente a ver a su familia, dado que no radican aquí.
¿¡Así cómo!? ¿¡A qué estamos jugando¡?