Y ESO… ¿ES BUENO O ES MALO? /
POR: GLORIA RUIZ G.
Estamos mal, muy mal y no hablo solo por los más de 331 casos confirmados de SARS-CoV-2 (COVID-19) y 31 decesos en Coahuila, al corte de este jueves 23; ni del panorama que nos pinta la SSA en Acuña con solo cinco casos, dos de estos fallecidos, no; estamos mal como sociedad, el efecto psicosocial que nos está dejando este panorama es terrible, muchos analizan, leen, escuchan, comparan y entonces toman decisiones y acciones informadas; la gran mayoría de estas personas solo observan y se mantienen atentos en las cosas que realmente son importantes para ellas y sus familias; pero un número grande e indeterminado simplemente se deja llevar, es incapaz de resolver por sí solo hasta lo que se puede arreglar buscando una página y un número de teléfono en línea; lee y entiende lo que su convulsionado cerebro le muestra; es más, a veces ni siquiera se toma la molestia y solo lee un encabezado y enseguida si es en alguna red social, empieza a opinar y lo que es peor a agredir; claro no tarda alguien en responderle de la misma forma y se arma una polémica que puede durar varios días, pero ante la amenaza de un virus desconocido y una pandemia que nos obligó al distanciamiento social y después al confinamiento; hoy la agresividad es el resultado de la incertidumbre y el miedo a la muerte y cuando esto sucede, el ser humano se vuelve prejuicioso, busca siempre un culpable que se convierte en enemigo; es ahí donde entran los trabajadores de la salud porque su presencia representa todo lo que hoy nos da miedo; aunque sean ellos y ellas quienes van al frente en esta batalla; luego estamos los periodistas, los que nos atrevemos a hablar de lo que otros no dicen ni pio porque no quieren problemas y es mejor “llevársela tranquila” y la gente en este momento de turbulencia y miedo prefiere meter la cabeza en un hoyo y agredir a quienes osan invadir esa “tranquilidad” Es vergonzoso como hay personas que discriminan a quienes se contagian y quieren saber a como dé lugar sus nombres y domicilios, no terminan de aceptar que podemos estar en sus zapatos en cualquier momento o ya lo estamos sin síntomas.
“Como sociedad, en situaciones de incertidumbre y zozobra, aún seguimos construyendo culpables y enemigos y detonamos reacciones inmunológicas frente a la extrañeza y la otredad. La pandemia de la COVID-19 ha traído consigo episodios de violencia y señalamiento social hacia un sector de la población” Escribe en un artículo, Edgar Guerra, Profesor-Investigador al Programa de Política de Drogas del CIDE.
Tocando ahora el tema de declaraciones del alcalde Roberto de los Santos Vázquez, refiriéndose a que a partir del 15 de mayo Acuña empezará a regresar a la normalidad ya que hemos “aguantado vara” un buen rato y solo tenemos 4 casos (en ese momento) y todos se infectaron fuera de Acuña. Bien, La señora de 92 años que llegó de Oklahoma en Estados Unidos y murió el 30 de marzo en el hospital 13 del IMSS; su familia aseguró siempre que ella llegó libre del virus a Acuña; estuvo internada en el hospital Narváez antes de llegar al IMSS; luego se supo que en ese mismo hospital trabaja el empleado de la salud que se contagió en la clínica 11 del IMSS en Piedras Negras, donde también labora y su resultado positivo tiene fecha del 9 de abril; para el uno de abril aún estaba trabajando en el hospital privado según testigo; fueron 14 empleados de ese hospital a quienes les realizaron la prueba pero la SSA no habla del caso; ese trabajador de la salud, un enfermero asintomático, contagió en Acuña donde vive, a su mamá y a su papá; la señora desafortunadamente murió el 15 de abril en Piedras Negras a donde fue trasladada luego de permanecer internada en el área de COVID en la clínica 13 de Acuña, el padre es asintomático y permanece mucho tiempo en la calle; el enfermero en cuestión no guardó aislamiento anduvo de visita en la clínica 13 sin siquiera usar cubrebocas y fue detenido por policía municipal ya contagiado y llevado a seguridad pública a pagar una multa; estaba acompañado por una persona cuando fue detenido. Este 24 de abril, fallece en la clínica 13 del IMSS, una recién nacida hace apenas 15 días (entre el 5 y el 11 de abril) tuvo problemas respiratorios; dos médicos y cuatro enfermeros del IMSS que la atendieron fueron enviados a aislamiento domiciliario; el nacimiento de la bebé fue atendido en el mismo hospital privado donde trabaja el enfermero que resultó contagiado y asintomático. El 15 de abril estuve allí y me entrevisté con el administrador Lic. Ezequiel Tristán Esquivel, quien me informó que el enfermero estaba incapacitado desde hacía 15 días (uno de abril), pero no podría dar más información. El resultado de su prueba tiene fecha del jueves 9, pero habría sido enviado a aislamiento domiciliario el lunes 6, lo que no concuerda con lo dicho por el administrador del hospital privado sobre el periodo de incapacidad. Estoy hablando extraoficialmente de una muy probable cadena de contagios que pone en una situación muy delicada al Instituto Mexicano del Seguro Social, a la SSA y al hospital privado que considero es mi obligación decir que se trata del Hospital Narváez, independientemente del resultado de la prueba realizada a la recién nacida y debido a la falta de interés, irresponsabilidad o negligencia de la autoridad sanitaria para investigar y determinar si el enfermero actuó deliberadamente; también debo decir que no confío en que la SSA esté manejándose con veracidad en la confirmación de casos positivos en Acuña y que pareciera que nos está dosificando los datos por alguna poderosa razón. Queda en duda si el Hospital Narváez ha realizado sanitizaciones desde que se dio a conocer por la SSA el 2 de abril, el resultado positivo a COVID de la prueba realizada a la señora de 92 años fallecida el 30 de marzo; sin que esto implique lo aclaro, que el personal médico y de enfermería que allí labora, sea responsable de alguna irregularidad.
El cuarto caso de una joven de 24 años confirmada en Acuña como contagiada de COVID-19 se infectó en Monclova, pero en Acuña estuvo en casa de sus familiares y este 24 de abril se da a conocer como positiva a una mujer de 38 años de edad. Entonces ¿cuántos de estos pacientes se infectaron fuera de Acuña y será eso relevante a estas alturas? Por cada persona infectada se infectan al menos 14 más y no hablemos de lo que dice la vox populi. Pero que el alcalde declare que “ya aguantamos vara un buen rato” y que los contagios se dieron fuera de Acuña, por lo que la curva se está aplanando; habla de una gran irresponsabilidad, ignorancia de la situación y no quiero pensar que de intereses personales o de la iniciativa privada. Todos queremos que la emergencia por COVID-19 termine, pero estamos en la etapa tres y el alcalde ni siquiera ha podido controlar con sus policías las fiestas en casas hasta altas horas de la madrugada y en muchos de los casos son personas que reclamaron irse a sus casas para cuidar a sus familias, negocios y empresas no esenciales siguen abiertos mientras que a los que tenían su pequeña fonda o venta de algún alimento afuera de sus casas los obligan a cerrar; ya hay nuevo decreto en Coahuila, falta saber si habrá autoridad que lo haga cumplir y pueblo que lo aguante… Soy Gloria Ruiz, la voz del pueblo, la válvula de escape para muchos, la politóloga del proletariado… To be continued.