POR: FERNANDO RANGEL DE LEÓN
El 8 de marzo de 1857, en Nueva York, por protestar en las calles contra sus patrones por pagarles la mitad del salario de los hombres, hacerlas trabajar diez horas o más, y embarazadas, etcétera, las mujeres trabajadoras fueron reprimidas; causando la muerte de 129 de ellas; siendo éste un antecedente del movimiento de los obreros que culminó con los Mártires de Chicago, el 1° de mayo de 1886, que dio lugar a el Día del Trabajo; y que acogió las demandas laborales de las trabajadoras.
Pero las demandas de las mujeres no solo se han limitado a lo laboral, sino que además son sociales, económicas, culturales, deportivas y políticas; aprovechando la celebración del Día Internacional de la Mujer, para movilizarse para que las leyes les reconocieran los mismos derechos que al hombre, como el voto de la mujer en México, en 1953; que la llevó a ocupar todos los puestos de elección popular; faltándole solo uno: la Presidencia de la República; la que probablemente obtenga en 2024.
La mujer también se ha igualado al hombre ocupando toda clase de puestos públicos por nombramiento en los poderes judicial y administrativo, en los organismos desconcentrados como el ISSSTE y descentralizados como el IMSS, en los tres ámbitos de gobierno.
Fue la trabajadora alemana Clara Zetkin, quien en 1910, propuso fijar un día de la mujer; oficializándolo la ONU, en 1977, el 8 de marzo, que las mujeres celebran de distintas formas según los problemas del lugar y el tiempo que les toca vivir.
Nosotros apoyamos a las mujeres el 8 de marzo, en los 80’s y 90´s del siglo XX, en sus actos en el monumento a La Soldadera, en Torreón; exigiendo entre otras cosas la equidad de género en los puestos de elección popular; que es lo que estaba de moda entonces, y ya se logró.
Ahora en este 2020, las mujeres están dando su lucha en contra de la violencia de género, el feminicidio, y su impunidad; que es lo que está de moda; estando en todo su derecho de manifestarse en las calles; pero no hacerlo con violencia; porque entonces estarían combatiendo la violencia con la violencia; y eso descalificaría su legítimo movimiento, máxime que son mujeres.
Desafortunadamente el coronavirus impactará negativamente en la movilización e inmovilización de las mujeres, en estos días 8 y 9 de marzo.
Pero mientras sean pacíficos los movimientos de las mujeres, mientras no dañen a las personas y a los bienes, mientras sean ordenados y pacíficos, todos los hombres estamos obligados a apoyarlas en todo y con todo; porque fue precisamente una mujer las que nos trajo al mundo.