POR: JESÚS M. MORENO MEJÍA
“El deseo no nace menos de la
dificultad, que de la facilidad
del triunfo”.
Honorato de Balzac
Vuelve nuevamente a la mesa de las discusiones el proyecto de crear el estado número 33 de la República, al unir diez municipios de la comarca lagunera de Durango y cinco municipios de Coahuila, denominándolo estado La Laguna.
Ese proyecto no es nuevo, pues data de alrededor de 70 años, sin que haya prosperado en ninguno de los variados intentos, pues es un deseo de suma dificultad de triunfo, por una marcada oposición política y económica, al verse afectadas las dos entidades federativas de las cuales forman parte: Coahuila y Durango.
Los argumentos que se esgrimen se fundamentan en situaciones de orden socios-económicas, e incluso ancestrales, por lo que comenzaremos mencionando los aspectos históricos de la Comarca Lagunera, basándonos en documentación proveniente del siglo XVI, pues desde 1594 era conocido un vasto lugar del centro norte de la entonces Nueva España, como “Provincia de La Laguna”.
Según documentos consultados por el Dr. en Historia, Sergio Antonio Corona Páez, Cronista de Torreón y director del Centro de Investigaciones Históricas en la Universidad Iberoamericana (fallecido el 1 de marzo de 2017), el 6 de abril de 1594 Felipe II de España permitió a los jesuitas evangelizar a dicha provincia o país (palabras usadas en aquel entonces en sentido de comarca o región), y en 1598 al fundarse Parras (villa Santa María de las Parras) por el capitán Antón Martín Zapata, acompañado del sacerdote jesuita, Juan Agustín de Espinoza, se formalizó la Alcaldía Mayor de Parras, Laguna y Río de las Nazas.
Sin embargo, según documentación consultada por Corona Páez, el llamado “País de La Laguna” fue separado e integrado a dos jurisdicciones diferentes el 21 de mayo de 1785, al firmar el rey el nombramiento de nuevo gobernador de la provincia de la Nueva Vizcaya, Felipe Díaz de Ortega, el que dispuso la separación de La Laguna.
Corona Páez consideraba que el “País de La Laguna”, o como le llamamos actualmente, la Comarca Lagunera, “conformaba una región integral que fue arbitrariamente separada en el último tercio del siglo XVIII, como sucedió con el Berlín de la postguerra. El caso de la Región Lagunera son dos jurisdicciones que buscan reunirse tras de haber sido separadas, y no de dos comarcas separatistas que buscan configurar la unidad por vez primera, por mera conveniencia”.
Agregado a lo anterior, durante el primer tercio del siglo XVIII hubo una unión matrimonial entre las familias de los marqueses de Aguayo y la de los condes de San Pedro del Álamo, y por consiguiente sus posesiones coincidieron con lo que hoy se conoce como Región Lagunera de Coahuila y Durango.
Como consecuencia de ello, la administración de la agricultura y la ganadería se llevó a cabo de manera unitaria e integral durante décadas, y por consiguiente los trabajadores y sus familias pasaban de un lado a otro del Río Nazas, configurando en consecuencia lazos y redes de parentesco en toda la comarca.
En fecha reciente, el diputado Porfirio Muñoz Ledo se pronunció por la creación del estado 33 de la República, mencionándolo por su nombre: La Laguna, si bien no fue sometido a consenso en la Cámara de Diputados y quedó como un mero pronunciamiento.
Lo anterior bastó para que miembros de la sociedad civil retomaran el proyecto, e incluso un grupo de profesionistas formaran un comité que se encargara de elaborar el procedimiento constitucional para la erección del estado de La Laguna, en tanto otras personas promueven la iniciativa de crear el estado 33 de la República Mexicana.
Por otra parte, el Alcalde de Torreón, Jorge Zermeño Infante, al ser cuestionado sobre el proyecto del Estado 33, afirmó que veía condiciones culturales y económicas para hacer factible el estado de La Laguna.
Sin embargo, quienes no están a favor ni en contra de crear y separar a La Laguna de Coahuila y Durango, se preguntan si existen las condiciones políticas para llevarse a cabo la creación del proyectado nuevo estado. ¿O usted, amable lector, que piensa sobre el particular?
¡Hasta la próxima!