POR: REDACCIÓN
Torreón, Coahuila.-
Campesinos y activistas que integran el Frente Campesino en Defensa del Agua y de la Tierra, denuncian que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) continúa siendo omisa, por no decir cómplice, en lo que denominan guachicoleo del agua, es decir, el negocio del agua que produce al amparo del poder y la corrupción que deja millones de pesos en ganancias para quienes manejan los módulos de riego.
De acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el acceso al agua se considera como un derecho humano, sin embargo, miles de familias no tienen acceso al recurso hídrico, y en lo que se refiere a los productores del campo, se ha venido dando un proceso en el que los derechos de agua han sido acaparados por pequeños y grandes propietarios de la tierra mediante cesiones que se llevan a cabo a través de acciones leguleyas.
Al respecto, Rafael Zuno Sandoval, activista en pro de la sustentabilidad, señala que no es posible mantener el actual esquema de sobreexplotación que ha venido operando desde hace décadas y que tiene en situación crítica al antes abundante acuífero lagunero y que ha provocado otros problemas de salud pública como el hidro-arsenicismo.
Sin embargo, reconoció que será difícil terminar con el monopolio del agua debido los enormes intereses económicos que hay detrás del negocio que hacen quienes manejan los módulos de riego, pues mediante el guachicoleo del agua “han hecho verdaderas fortunas, con la cuestión del manejo y la venta de un recurso que se supone es de todos”.
Zuno Sandoval dijo que, incluso, la CONAGUA entrega recursos federales a los módulos para obras de mantenimiento e infraestructura, recursos que luego no fiscaliza ni verifica que se hayan utilizado en los rubros para los que fueron etiquetados los recursos. “CONAGUA ha sido omisa, cómplice de estos hechos, en la medida que entrega recursos a estas asociaciones y no se preocupa por exigir un rendimiento de cuentas”, añadió.
Pero donde está el verdadero negocio en la administración del recurso hídrico, según explica el entrevistado: “la venta del agua deja carretadas de dinero, es decir, tienen la capacidad de desviar una buena cantidad del agua que se les entrega en cada ciclo agrícola y la venden ilegalmente a pequeños y grandes propietarios que se dedican a cultivar forrajes para la industria lechera”.
De acuerdo con cifras proporcionadas por el Frente Campesino, se calcula que hasta 20 mil hectáreas extras de superficie se riegan con el guachicoleo del agua, cada una de las cuales se cobra en mil pesos, lo que representa un mercado negro del agua de hasta 200 millones de pesos anuales, de acuerdo con estimaciones hechas por la mencionada asociación.
“Estamos hablando de grandes intereses detrás de la venta ilegal del agua, en detrimento de los ejidatarios que tienen cada vez menos agua para regar sus cultivos y, por ende, no logran producir lo suficiente para mantener a sus familias”, añadió el activista.
Lo anterior, ha traído como consecuencia que muchos propietarios se hayan visto orillados a vender sus derechos de agua, lo que ha producido un fenómeno de acumulación de miles de concesiones en unas pocas manos que han ido acumulando el derecho sobre el agua de manera irregular, pues los derechos de agua son intransferibles, aunque para ello, como ya se mencionó, los grandes productores recurren a triquiñuelas jurídicas.
“También estamos buscando recuperar derechos de agua que están en manos de los grandes usuarios ligados a la producción de forrajes, porque se estima que de un promedio de 34 mil derechos de agua de los ejidatarios, solo quedan entre 6 y 8 mil en propiedad de sus legítimos dueños, hay una concentración ilegal porque generalmente están amparados por formas de apropiación que no están dentro de la ley, se hacen a través de un notario, pero no existe esa figura en la legislación”, agregó Zuno Sandoval.
La solución, concluye, tendrá que venir desde la exigencia de la sociedad civil organizada para conseguir que la CONAGUA cumpla con su función y haga cumplir la ley, esa que durante años ha ignorado para beneficiar a quienes han hecho por años un gran negocio al poner al mejor postor un recurso que le pertenece a todos.
