POR: GUILLERMO OROZCO R.
Durante el tiempo que mi esposa y un servidor pusimos a funcionar una papelería en nuestra casa, empezamos a tratar estudiantes de la Universidad Autónoma Agraria “Antonio Narro” en su mayoría provenían de estados del sur y del sureste de nuestra república mexicana. Muchos de ellos hablaban un castellano con serias deficiencias, no podían omitir de su forma de comunicación su lengua materna, creo que era náhuatl, huasteco y creo que hasta tzotzil. Gente humilde con muchos deseos de superación, los tratamos con afecto porque eso era lo que merecían. Amables, alegres, comedidos y recordando mi pasado de normalista rural le pedí a mi familia que les abriésemos la puerta de nuestra hogar, ellos lo comentaban y lo siguen comentando seguramente a sus padres, que el destino los hizo encontrarse con una especie de tíos norteños o quizá padres adoptivos.
Doce generaciones de estudiantes de los estados de Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Veracruz y Chiapas vimos pasar desde 2000 hasta 2012, fuimos partícipes de sus proyectos, angustias, dificultades y logros académicos, algunos por sus carencias económicas no podían contar con la presencia de sus padres en las ceremonias de graduación y nos concedían el honor de que los acompañáramos.
Muchos ya no regresaron a sus estados de origen e iniciaron una vida productiva y familiar en la comarca lagunera, nos siguen visitando y los vemos como de la familia, se puede decir que me han dado muchos nietos y ellos se siguen presentando en casa ya con sus esposase hijos con la confianza que siempre se les dio, se puede decir que son los hijos varones que no tuvimos.
Los que pudieron regresar a sus estados de origen tampoco perdieron la comunicación con nosotros y sabemos que han cosechado lo que en herencia les dejaron sus padres como el mejor e invaluable patrimonio que es el estudio y la preparación, ahora ejercen su profesión, han adquirido pequeños predios o fincas donde siembran y cosechan productos del campo, engordan ganado, producen leche y tienen instalados negocios acordes a su rama de estudios, es decir que son dueños de farmacias veterinarias y forrajeras.
Gracias a las redes sociales se enteraron de un viaje que planeamos mi esposa y un servidor al antes lejano de Chiapas, que ahora ya no lo parece tanto, es increíble la hospitalidad que hemos recibido de ellos en nuestro recorrido por ese estado lleno de belleza y colorido, pues independientemente de los lugares a los que hemos viajado solos, como Chiapa de Corzo, Cañón del Sumidero, San Cristóbal de las Casas, San Juan Chamula, Arriaga y la región de la frailesca entre otros, en cuanto hay oportunidad ellos también nos acompañan y nos han abierto la puerta de sus casas, lo que agradecemos infinitamente.
Gloria, Juan Carlos, Mauricio, Roberto Carlos, Oscar Rubén Mauricio y Gudelio, además de los Profesores Jorge Mandujano y Rubén Cabrera que junto con sus esposas nos hacen sentir chiapanecos aunque sea por unos días. Nuestro recorrido continuará pues no podemos dejar de visitar, Salina Cruz, Huatulco, Oaxaca, Puebla y sobre todo la Ciudad de México que me encanta y en cuanta oportunidad tengo no dejo de recorrer y admirar desde siempre.
LA FAMILIA OROZCO DE LUTO
El pasado 2 de Enero de 2020 falleció Elías Hernández Hernández el mayor de los cuñados de la familia Orozco Rodríguez, lo conocimos cuando cuatro de los seis hermanos: Enrique, Guillermo, Maricela y Jorge Luis éramos unos niños. Fue como un hermano mayor y dada la circunstancia de que la mayoría de los hermanos viven en la misma calle del poblado que nos vio nacer y que nunca hemos dado explicaciones de que si hay tíos políticos o consanguíneos, los parientes que ya sumamos cerca de cien sentimos sensiblemente la pérdida de algún familiar, en este caso el fallecimiento de Elías y nos unimos de manera fraterna y solidaria ante ese acontecimiento. Pedimos que la familia Hernández Orozco tenga fortaleza y pronta resignación.
Guillermo Orozco Rodríguez
Villa Corzo; Chiapas. - Enero 20 de 2020.