POR: REDACCIÓN
Torreón, Coahuila.-
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición reveló cifras contundentes: el 75.2 % de los mexicanos, es decir 3 de 4 ciudadanos en este país, padecen algún grado de obesidad o sobrepeso, y 10.3% de la población (8.6 millones de habitantes), padece diabetes como consecuencia, una enfermedad crónico-degenerativa que merma la calidad de vida de quien la padece y que finalmente terminara costándole la vida en un proceso lento y doloroso.
La encuesta fue realizada de manera conjunta por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Instituto Nacional de Salud Pública y la Secretaría de Salud, evidenció que ambas enfermedades se han venido incrementando de manera constante en los últimos años, cuya tendencia continuará si no se adoptan medidas urgentes a largo plazo.
Asimismo, el documento señala que el 18.4% de la población mexicana, lo que representa 15.2 millones de habitantes, padecen hipertensión diagnosticada, es decir, podrían existir millones de personas que padecen esta enfermedad sin siquiera saberlo, lo que representa un serio riesgo para su salud debido a la falta de tratamientos y cambios en sus hábitos alimenticios que les ayuden a prevenir graves secuelas e, incluso, la muerte.
La ENSANUT 2018 se realizó, de acuerdo con la Secretaría de Salud, con el objetivo de actualizar el panorama sobre la frecuencia, distribución y tendencias de indicadores relevantes sobre condiciones de salud y nutrición y sus determinantes sociales en el país. El periodo de levantamiento de información en campo del componente de salud fue del 30 de julio de 2018 al 28 de junio de 2019 y del componente de nutrición del 30 de julio de 2018 al 15 de febrero de 2019.
El tamaño de la muestra en la ENSANUT 2018, para el componente de salud, fue de 50 000 viviendas, distribuidas en las 32 entidades federativas. Mientras que para el componente de nutrición, fue de 32 000 viviendas, distribuidas en las 32 entidades federativas. La unidad de observación fue el hogar, mientras que la unidad de muestreo fue la vivienda. Las unidades de análisis fueron la vivienda seleccionada, su hogar principal y las personas seleccionadas de este hogar.
El trabajo fue monumental y los resultados preocupantes en el corto, mediano y largo plazo. La encuesta nos demuestra que los mexicanos comemos mucho y mal, y como consecuencia padecemos enfermedades crónicas degenerativas que no solo resultan costosas para el paciente, sino para el sistema de salud pública y que, finalmente, terminan con la vida de quienes las padecen.
Tanto así, que las enfermedades que resultan de la mala alimentación se encuentran entre las primeras causas de muerte entre los ciudadanos de nuestro país. De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud a nivel federal, el 50% de las muertes en México son resultad de enfermedades crónicas degenerativas que se desencadenan como consecuencia de la obesidad y que provoca padecimientos como diabetes, enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal y cáncer.
Para ejemplificar la gravedad del problema y también con datos de la Secretaría de Salud, se puede establecer que en los últimos 35 años la tasa de mortalidad por diabetes se duplicó cuatro veces, lo que representa un crecimiento de 300 por ciento.
Es necesario entonces, desarrollar y ejecutar políticas públicas de alto impacto que provoquen un cambio de hábitos alimenticios en las familias mexicanas, así como la realización de actividad física, pues es la única manera de mantenerse lejos de la obesidad y sus nefastas consecuencias. Entre los productos que se debe evitar consumir se encuentran, en primer lugar, los refrescos y bebidas azucaradas que de jugo no tienen nada, las galletas y panes industriales, dulces, entre otros.
De lo contrario, las cifras seguirán creciendo, y tanto el número de enfermos como de fallecimientos irán aumentando paulatina pero constantemente, así como el presupuesto para tratar este tipo de padecimientos que ya se calcula, según la Organización Panamericana de la Salud, en 150 mil millones de pesos al año. Al tiempo.