POR: PEDRO BELMARES O.
Aquel que es escritor, sabrá que no solo de escribir se trata sino de buscar el alma de las personas, así como también tocar las fibras del corazón de las personas con nuestros escritos.
La pluma del escritor debe ser orientada hacia los sentimientos más profundos y así poder escribir de ello, sólo el escritor puede mirar lo que está lejos ó dentro del alma, las alegrías y las tristezas del hombre.
El escritor debe comprender al ser humano para poder así orientarlo hacia lo bueno y no hacia lo malo, de que serviría escribir lo malo del hombre. Está de más decir que el ser humano no es perfecto, y no buscamos la perfección en la tierra.
El escritor solo escribe del amor y del encuentro de los enamorados pero hay que decir que también hay desamor y es cuando el amor termina y es una desilusión amorosa, pero todo vuelve a florecer si aun el corazón siente amor.
La labor del escritor no termina con solo escribir, pues su misión es mostrar los sentimientos más puros que tiene el ser humano, pero también lo bello que es amar y, mientras haya amor en este mundo, habrá escritores para redactar las historias de los enamorados.
La labor del escritor no nada más consiste en escribir un libro, sino hacer vibrar a quien lo lee, y que las personas cambien su forma de pensar y que puedan superarse.
