EL GOBIERNO DE LA CUARTA, SE CUARTEA
No cabe duda que México, pasa en estos momentos, por una situación muy especial, por no decir delicada.
Desde el fallido operativo en Culiacán, los demonios se desataron. Como era de esperar, el rosario de errores cometidos por quienes intentaron aprender y llevar hasta la justicia al hijo de El chapo Guzmán, para ser extraditado a los Estados Unidos, le valió al Gobierno de la 4ª Transformación, una gran cantidad de cuestionamientos, críticas y enfrentamientos, no sólo al interior del Gabinete presidencial y las Fuerzas Armadas, sino incluso, el Presidente se les fue con todo a los medios de comunicación. AMLO no dejó títere con cabeza. Los culpó de magnificar y de tergiversar los hechos.
Estuvo tan caldeando el ambiente, que López Obrador, habló de un supuesto golpe de Estado. Incluso, lo comparó con la época de la Decena Trágica, y haciendo una mala analogía, de los medios de comunicación de la época de Madero, con los del momento actual, les dijo conspiradores, traidores a la patria y otras pejendejadas más.
Es claro que, Andrés Manuel López Obrador, es un genio de la propaganda; un experto en crear cortinas de humo para desviar la atención sobre hechos que afectan a su Gobierno y un maestro del engaño para crear ilusiones, falsas expectativas y sueños.
Hábil para cambiar sus dilates y sus errores, por triunfos, entre sus fieles seguidores, quienes llegan hasta el fanatismo ciego.
Porque, aunque ven que el país se le está deshaciendo en las manos, todo le aplauden y le justifican a su Presidente.
Y si alguien está esperando que cambie sus actitudes y su tono, que vayan buscando una silla, para sentarse, porque, va a pasar todo el sexenio, y no va a cambiar ni un ápice. AMLO es un tipo testarudo, un tipo que pretende acomodar la realidad a su imagen y semejanza.
Él, está convencido de que es el Mesías, el que viene a salvar a los mexicanos de todos sus pecados, de sus inmoralidades, para ser conducidos por la senda del bien.
Por eso no escucha a nadie, más que a su conciencia y su creencia religiosa. De hecho, como ya sabemos, hace unas semanas, se comparó con Jesucristo y cree, que está haciendo la misma misión del Mesías.
La situación en que se encuentra el país, en todos los aspectos, que son tan delicados y largos de numerar, pero que ya están surtiendo efectos devastadores y, aún así, le tienen sin cuidado.
No es casual, que el porcentaje de aceptación hacia su persona y su Gobierno, se haya caído en casi 20 puntos, del 31 de Enero a la fecha.
De seguir como vamos, que es lo más seguro, tendremos un 2020, con muchos problemas económicos, pues el Presidente, lejos de escuchar a los expertos, a las calificadoras, y a los analistas económicos, Él siempre va a decir que tiene otros números.
Ahora resulta que tuvieron que recurrir a Rafael Correa, ex Presidente de Ecuador, para que justifique la parálisis por la que pasa con el Gobierno de AMLO. Dice Correa que no se le puede exigir resultados a Andrés Manuel, cuando apenas tiene un año en el poder. Correa presume las políticas que él implementó para revertir la violencia y estabilizar la economía (pero el señor Correa, no se quedó a vivir en su país, se fue a vivir a Bélgica).
A este respecto, es claro que nadie le pidió que se comprometiera a resolver los problemas en un año, él solito se empinó; o acaso no dijo que iba a bajar la gasolina, el gas y la electricidad una vez que asumiera el poder; acaso no dijo que iba a acabar con la delincuencia; acaso no dijo que iba a acabar con el huachicol; acaso no dijo que iba a meter a los corruptos a la cárcel, a la mafia del poder y que iba a resolver, con ahorros que se hicieran con el freno a la corrupción y corriendo a los aviadores, todos los problemas y que iba a acabar con la crisis de Pemex, y no me acuerdo cuantas pejependejadas más.
Que no chinguen con pretextos. Ahora, hasta utilizan a personajes como al ex Presidente Correa, para que le enmiende la plana. El Peje salió torpe, autoritario, arrogante y terco como una mula.
