POR: ABEL ALCALÁ H.
Todo cambio trae sus propias novedades, aunque a veces esos cambios son simulados, otros cambios son a medias y hay cambios de raíz, un ejemplo de cambio simulado es cuando cambian a una persona por otra y esta persona sigue haciendo lo mismo; ejemplo de un cambio a medias es cuando se quitan ciertas disposiciones de forma y el fondo permanece como los programas sociales que cambian en cada sexenio; ejemplo de cambio de raíz o radical en el sistema educativo, ahora mandan los sindicatos no el secretario de la SEP.
Hay quienes siendo más incisivos exponen que no todos los cambios se dan pensando en el futuro sino pensando cómo regresar al pasado.
Actualmente en la vida social, económica, política y cultural de México están sucediendo muchos eventos y la gran mayoría de los mexicanos se quedan perplejos, es decir, están confusos y desconcertados y no saben lo que deben hacer, pensar o decir.
Luego queriendo interpretar esos eventos, más no la realidad, todo se vuelve pronóstico, opiniones, dimes y diretes, advertencias, probabilidades, creencias, adivinaciones estadísticas y proyecciones y hasta alucinaciones empezando por los propios gobernantes y luego comentaristas, escritores, politólogos, especialistas, académicos, líderes de toda clase, representantes populares, etc.
Es un conocimiento muy generalizado que cuando hay un efecto se debe a una causa o causas, luego para encontrar o descubrir la explicación del efecto se dirige la atención a sus posibles causas.
Siguiendo esté principio de causa-efecto intentemos explicarnos lo que nos quieren proponer, vender y hasta imponer como inexplicable.
Tomemos un punto de partida inicial en que espero todos estemos de acuerdo: “La realidad es modificable por el hombre”.
Sabemos también que no todos las modificaciones de la realidad son para bien del hombre, la sociedad y de la propia naturaleza.
Atentos a los cambios en la realidad social, económica, política y cultural de los mexicanos vemos que la prioridad no es establecer el bien común, aunque la demagogia que nos intoxica y ahoga asegura que sus acciones serán en provecho de todos.
Lo que realmente le interesa a quienes detenta poder político, económico y de cualquiera otro tipo es mantenerse en el poder y gozar de sus privilegios, por lo cual no tiene ningún empacho de aplicar cualquier acción que vaya en su provecho; recuerden: “El fin justifica los medios”.
Veamos algunas acciones perversas para darnos cuenta de lo que está sucediendo y explicarnos esos eventos.
Uno, simule una sucesión de crisis y manipule a la población aplicando las tácticas del Dr. Kurt Lewin: “La persona nunca debe tener en claro qué lugar ocupa y qué debe esperar, trasmitir noticias contradictorias para volver borrosa la estructura cognitiva de la situación, combine medidas disciplinaras severa y de buen trato, se trata de confundir a las personas que tienen objetivos claros y están dispuestos a correr riesgos para que queden paralizados, así la población hará lo que usted les pida”.
Dos: aliente la fragmentación o la perdida de la solidaridad; “divide y vencerás”, un pueblo bajo el terror no solidariza con quienes están en peligro.
Tres: fomentar la desunión, el desaliento, las discordia, el desorden, la disciplina social para llevarlos a; “Sálvense quien pueda”
Estos actos perversos de los que tienen el poder político y económico tienen un fin llevar a los mexicanos a una democracia controlable para que ellos sigan en el poder y con sus privilegios nacionales e internacionales.