La calaca llegó
por todos los jubilados
y a todos los encontró
sumamente relajados.
Atrás quedaron las prisas;
el reloj está olvidado,
ahora todo son risas,
!Qué bonito estar jubilado!
ven pasar a sus colegas,
corriendo a laborar:
!Son las ocho, córrele!
...yo me voy a recostar...
Adiós a la planeación,
a la calidad total;
a la ruta de mejora,
!Me voy a desayunar!
qué bonita situación,
es cobrar sin trabajar.
¿Me paro o no me paro?
!Mejor me vuelvo a acostar!
La muerte los huesos tronó
al ver tanto desenfado.
Cierta envidia sintió
por tanto trabajador jubilado.
Hoy todos los jubilados
en paz descansan, recostados.
la muerte los acompaña,
tomando una limonada.
Y es que dijo la guadaña,
!Yo También estoy jubilada!.