POR: GUILLERMO OROZCO R.
El SNTE desde su fundación ha sido “un sindicato de Estado”, tiene además una asombrosa capacidad de adaptación a la ideología del régimen gobernante en turno. Inicialmente sus principios contemplaban la defensa de los intereses de los trabajadores de la educación, pero no con mucha energía, ya que siempre: “caminó a la par del Estado posrevolucionario y de la ideología nacionalista de la revolución mexicana”, ha estado muy ligado a la SEP, al gobierno en turno y al entonces poderoso Partido Revolucionario Institucional. Así nació, por lo que nadie debe asombrarse de que los liderazgos incluyendo el actual, estén o traten de simular que están al servicio del gobierno y ahora en el régimen lopezobradorista al que tanto atacaron y al que intentaron por todos los medios que no lograra su triunfo, le hacen circo, maroma y teatro para que se les tome en cuenta, aunque con una credibilidad que está por los suelos, pues sus dirigentes no inspiran confianza.
Repentinamente ante los inminentes cambios que se darán en la democratización de los sindicatos donde ya pronto se pondrá en práctica el voto universal y directo para la elección de los liderazgos, el pasado 5 de octubre, en el marco del día internacional del docente y con el pretexto de la conmemoración del 75 aniversario de la fundación del organismo magisterial, se convocó a una concentración en el zócalo capitalino. Aniversario que no es exacto, pues el SNTE nació como organización corporativa al servicio del Estado el 30 de diciembre de 1943. El acarreo para ese acto no les costó mucho trabajo, bastó con que de manera corporativa se llevara a todos los funcionarios sindicales de las secciones y a los secretarios generales delegacionales que siguen la inercia del viejo y caduco sindicalismo, pues nadie les ha dado orientación política diferente.
Y en verdad que no es difícil el acarreo, eso es sencillo para la organización que sigue utilizando el ilegal convenio con el gobierno federal establecido desde 1944, donde se les descuente a los trabajadores de manera automática la cuota sindical correspondiente, contradiciendo lo dispuesto por la Ley Federal de Trabajadores al servicio del Estado que establece que “todo tipo de descuentos se harán “siempre y cuando el agremiado hubiese manifestado de manera expresa su consentimiento”.
En el zócalo el dirigente Alfonso Cepeda adaptándose a las nuevas circunstancias refrendó públicamente ante miles de maestros que fueron trasladados de todo el país, su alianza con el gobierno en turno. De paso los docentes, que llevaban viáticos y recursos, aprovecharon para pasear y turistear por el hermoso centro histórico de la Ciudad de México.
Para transitar hacia un nuevo sindicalismo no se necesitan prácticas corporativas, simuladoras y de acarreo, Basta con hacer una revisión autocrítica de la cultura sindical al interior del SNTE y constituir una nueva práctica de funcionamiento donde quepan las distintas expresiones, donde exista la tolerancia y diálogo, la disertación de ideas y toma de decisiones por consenso, cuidando la proporcionalidad y los pesos específicos. La redistribución de las cuotas sindicales y la construcción de un Proyecto Sindical colectivo y participativo.
Hoy estamos ante la coyuntura de democratizar y refundar al SNTE. La única forma de hacerlo es retomar los principios democráticos del voto universal, libre, directo y secreto desde los centros de trabajo, delegaciones, secciones y hasta el comité ejecutivo nacional. Con elecciones donde puedan participar de manera libre candidatos surgidos de la base magisterial y lograr que por primera vez desde su fundación el SNTE deje de ser un sindicato corporativo. Un sindicato que no se ganó la confianza de sus agremiados, que permitió la mal llamada reforma educativa y la humillación de los maestros tiene que cambiar.
Nuevos tiempos llegarán al que fue un poderoso Sindicato magisterial. Soplan nuevos vientos, la coyuntura que se está generando en el sindicato petrolero servirá como ensayo real para que el SNTE se transforme. Que se olvide Alfonso Cepeda que su periodo terminará en 2024.
Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar.
Guillermo Orozco Rodríguez.- 21 de Octubre de 2019.