POR: LA COMADRE
Que un hijo de un funcionario del Gobierno de Miguel Riquelme -empleado él, del Estado en Torreón-, fue invitado como padrino de graduación, de una escuela primaria. Y resulta, que como regalos a los graduados, entregó un paquete cuadernos , envuelto en papel canela, pero, ¿qué creen? Los cuadernos son del Gobierno de Rubén Moreira. Conclusión: el cabrón, se quedó con los recursos que debió entregar hace años; se quiso lucir con sombrero ajeno y traicionó a su actual jefe, Miguel Riquelme.
No cabe duda, de la simulación de muchos operadores, que fingen hacer su trabajo, por eso los resultados del PRI en las elecciones.
Además, quien pasó esa información, asegura que las hijas, la esposa y el hijo, en cuestión, cobran, por lo menos, 12 tarjetas cada uno, en el cajero cada mes.
Así, el PRI, no va a salir del bache, nunca.
Es necesario que la dirigencia del Partido, haga un análisis profundo y ponga a prueba a quienes dicen trabajar para que supere el bache en que se encuentra. Porque, así como esta familia, hay otras más voraces.
Es necesaria una depuración a fondo, porque los recursos no llegan a los operadores, menos a la militancia.
Que sigue prevaleciendo el desorden y la improvisación en la Presidencia de Torreón. Desde el martes por la mañana, los sistemas informáticos dejaron de funcionar, provocando un sinfín de problemas entre los ciudadanos que acudieron a realizar trámites, como pagos de todo tipo, consultas y, sobre todo, el pago de garantías, que como se sabe, desde hace meses, es uno de los más abultados, pues los tránsitos, inspectores, policías y todos aquellos que tienen que ver con la recaudación de dinero, se han visto muy activos y productivos. Así que, ya se imaginarán, el escándalo que se generó en el área de garantías, donde la gente se acumuló y comenzó a hacerla de pedo al personal, que no se daba abasto para hacer los trámites manualmente, muchas mentadas de madre, mucho enojo, pues la gente se quejó de que no podían estar acudiendo varias veces, porque no tenían servicio. No fue sino hasta el miércoles, cuando se regularizó el servicio, o sea, tres días, lo que habla de la ineficiencia de quienes están encargados de los sistemas, pues la improvisación ha sido la característica de esta administración.
Que como dicen en el pueblo, ¡cúrensela! Resulta que el Municipio de Torreón, lanzó una campaña para el mejoramiento de la imagen urbana, en donde estuvieron representantes de organismos empresariales, en pleno paseo Morelos, pero ¿Qué creen?, por mala leche, por culeis, no invitaron a la representante de la Asociación Civil Moorelear Todo el Día, Rosario Pedraza García quien tiene su negocio de Promotoría de Turismo prácticamente enfrente de donde se realizó el evento, responsabilizó a la coordinadora del Paseo Morelos Alejandra Garza y a Elías Agüero director del Instituto Municipal de Cultura y Educación. Es incongruente y hasta ojete lo que hizo el municipio, pues este tipo de actitudes, lo único que hace es dividir a la ciudadanía y romper con el tejido social. Hay muchas voces que se queja del Director de Cultura, Elías Agüero, de ser ave de mal agüero, por sus desplantes, su soberbia y su ignorancia en los temas de cultura. Un tipo que nada tiene que hacer ahí, porque lo suyo, es la cultura del antro, de lo chabacano, pues.
Y es que, como hemos señalado en este espacio, para Jorge Zermeño, todo lo que tenga que ver con la administración priista, está decidido a destruirla o dejarla morir. El mismo Paseo Morelos en un ejemplo, pues desde el año y medio que ha estado al frente de la alcaldía, no ha hecho nada por detener el deterioro del Paseo, en la Jabonera, tiene vehículos yonqueados o utilitarios, invadiendo el estacionamiento techado; mientras que, en la Línea Verde, ha dejado en manos de los vándalos, que se han dado vuelo quemando los vagones del ferrocarril, destruyendo los aparatos para ejercicio y vandalizando los juegos infantiles, y no hablemos de las áreas verdes, un verdadero desastre.
Que después de la visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador a Gómez Palacio, y luego de pegarle al avispero por la ocurrencia que tuvo de someter a votación –a mano alzada-, en su clásica asamblea de acólitos y ciegos seguidores, si se aprobaba o no, la construcción del Metrobús, en el lado de Lerdo y Gómez, y que, como era de esperarse, la muchedumbre “votó” por el no, las cosas comenzaron a tomar un cariz, muy peligroso para la Cuarta Transformación, porque, la ciudadanía, los empresarios (no los del transporte, obviamente), las organizaciones sociales y muchos más, comenzaron una campaña de declaraciones, en el sentido de que el Presidente debería reconsiderar, cosa que, en una de sus mañaneras, AMLO, se echó para atrás, y dijo que el proyecto estaba vivo, que era cuestión de hacer ajustes y bla,bla,bla.
Lo cierto es, que los que no quieren la obra y el nuevo sistema de transporte, son la mafia que controla ese servicio del otro lado del río, pues, según los medios de comunicación, solo el 4% de los concesionarios, cumplen con los requisitos que establece la Ley del Transporte de Durango. O sea, que de 592 unidades, solo 23 están dentro de la norma. Los transportistas de La Laguna de Durango, están organizados en 60 o 70 grupos y están acostumbrados a tomar edificios o carreteras en cuanto no se les cumplen sus "caprichos". Por lo que, ha faltado la mano dura que se requiere para aplicar el principio de legalidad. Y es que los transportistas extorsionadores, querían que los recursos, o una parte destinados al Metrobús, se destinaran para la renovación de sus unidades, ¡hágame el refabrón cavor! Por eso el desplegado dirigido al Presidente el día de su visita y por eso la renuencia de entrar a la horma.
Y en la T4 (Transformación de Cuarta), varios temas dejaron muy mal parado al Presidente López Obrador. Para empezar, siguen las inconformidades de trabajadores de dependencias federales, ahora se suman los de la Secretaría de Agricultura (antes habían sido los del ISSSTE, los de Conagua, los de la Secretaría de Economía, lo de Semarnat, etc.), quienes se dicen traicionados por la T4, porque ellos son trabajadores y funcionarios de carrera, y, por ese hecho, solo mediante un procedimiento específico, pueden ser dados de baja (ellos están obligados a presentar exámenes anules para evaluar sus conocimientos y desempeño, y solo si no aprueban, son despedidos), sin embargo, los insensibles e inútiles funcionarios de la T4, agarraron parejo, deshaciéndose de gente muy valiosa, experta en su campo, todo para abrir espacios a los “servidores de la Nación”, o sea, a los activistas improvisados, que hicieron talacha electoral en la campaña de AMLO. Así, que ya se imaginarán el tipo de trabajadores y funcionarios que se incorporarán para sacar al país adelante. Los daños que está causando la T4, serán irreversibles, amén, de que se engrosarán las filas de desocupados, que, como un círculo vicioso, serán carne de cañón para alimentar las filas del narco.
El otro tema, tiene que ver con el fenómeno que está causando el sargazo en las costas de Quintana Roo y otras playas del sureste mexicano. Resulta que, precisamente en su visita a Quintana Roo, el señor de las cifras propias, el de sus propios números, López Obrador, como es su costumbre, ante el fenómeno mencionado que está afectando gravemente al turismo de toda la zona, dijo que era una exageración de los medios el tema del sargazo, que él lo iba a combatir y, como es su costumbre, se enredó en cifras y comparaciones que fueron el hazme reír de todo México, pues, ni Peña Nieto, se aventaba unas charras como las de López.
Que, ahora resulta, que México, puede dar empleos a más de 100 mil indocumentados, así lo declaró, Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores, cuando sabemos, que el problema de la pobreza, precisamente, por falta de oportunidades, afecta a más de 20 millones de compatriotas. Esto es ofensivo y demagógico.