POR: GUILLERMO OROZCO R.
La Reforma Agraria cardenista fue de a la par de una efectiva y urgente revolución educativa, las precarias escuelas elementales que a regañadientes de la mayoría de los hacendados funcionaron en contados ranchos y haciendas, deberían a partir de 1936 de funcionar por mandato de gobierno, en todos los nuevos ejidos y centros de población, pero ya convertidas en Escuelas Rurales Federales.
Durante su mes de estancia en la comarca lagunera, el día 4 de Diciembre de 1936 el general Lázaro Cárdenas pone en funcionamiento la Dirección federal de educación en la comarca Lagunera, cuyo primer titular fue el General y Profesor José Reyes Pimentel.
Cada escuela rural era parte de esa ideología nacionalista del cardenismo y se notaba desde los nombres asignados a los planteles educativos: “Liberación Social”, “Redención Agraria”, “Revolución Social”, “Emancipación Proletaria”, “Progreso Proletario”, “Plan Sexenal”, “Ricardo Flores Magón”, “Emiliano Zapata”, “Francisco J. Mújica” y “Lázaro Cárdenas”, entre otros.
Una obra que difundió la política agraria, social y educativa del gobierno cardenista en la Región Lagunera es el libro denominado “El Despertar Lagunero”, un trabajo de recopilación de datos y hechos, que reunió un vasto material escrito y fotográfico de cómo funcionaron los nacientes ejidos en la región, con una escuela en cada lugar como centro vital de la misma. Su tiraje fue de tan sólo mil ejemplares, por lo que si alguien conserva alguno de ellos (como es mi caso) debe considerarlo como una joya. Consta de 287 páginas, su impresión se hizo en los Talleres Gráficos de la Nación con fecha 13 de Septiembre de 1937, siendo responsable del mismo el Profesor José Reyes Pimentel.
José Reyes Pimentel profesó un cariño muy especial a la Escuela Rural Federal del Ejido San Antonio de los Bravos; en el Municipio de Torreón, a la que le asignó el mismo nombre que a su libro, precisamente “Despertar Lagunero”
El pequeño edificio de la Escuela primaria Rural Federal “Despertar Lagunero” se concluyó con faenas o jornadas de trabajo y cooperaciones económicas el año de 1937, constaba tan solo de dos aulas y un recibidor central que funcionaba como dirección del plantel. Una de las aulas albergaba los grupos de primero y segundo grados y la otra tercero y cuarto grados, atendidos por un solo maestro, funcionando así hasta el año de 1958 en que se logra que el plantel se convierta en escuela de organización completa y egrese ese año la primera generación.
En septiembre de 1955 son asignados al plantel el Profesor Evaristo Cruz Mendoza y su esposa la Profesora Ma. Santos Murillo Nájera, a su llegada ya estaban trabajando en el plantel las hermanas María e Isabel Castorena, por lo que a partir de entonces cada uno de los maestros puede ya atender un solo grado, el Profesor Evaristo es encargado de dar clases en cuarto grado y al mismo tiempo será el director del plantel. Durante su estancia que se prolongó durante 9 ciclos escolares que abarcaron de 1955 a 1964 desarrolló una formidable labor educativa que honró el mandato de los gobiernos de la revolución, de enaltecer la filosofía de la Escuela Rural mexicana. Construyó aulas, honró a Don Benito Juárez erigiendo un monumento en su memoria, una especie de pequeño Hemiciclo. Habilitó espacios con huertos de frutales, fomentó la explotación de puercos y conejos, puso a funcionar un estanque donde sembró diferentes especies de peces y de manera práctica hizo producir la parcela escolar.
En 1958 logra que el plantel sea la única escuela federal que junto con la Primaria “Felipe Carrillo Puerto” funcione como escuela de organización completa, su primera generación de sexto grado egresa el 23 de junio de 1958.
El 19 de junio del presente año fui testigo de la clausura de cursos del ciclo del año lectivo 2018 – 2019 y del egreso de la generación 62 de alumnos del plantel, se desarrolló un festival artístico sencillo pero de gran calidad y me llenó de orgullo la magnífica actuación de una banda de guerra que fue gestionada por la directora del plantel Profesora Consuelo Santoyo Puentes, ella conoce la brillante historia del plantel y ejerce hoy un verdadero liderazgo del equipo de maestros a su cargo, les inyecta entusiasmo y dedicación para hacer que el plantel sea -a mi juicio- el mejor de la zona escolar a la que pertenece.
Son muchos los retos que le deparan a la institución, pero también es cierto que los actuales maestros deben ser continuadores del esfuerzo de quienes los antecedieron y que hicieron que el plantel tuviera un pasado de renombre y prestigio.
Guillermo Orozco Rodríguez.- A 24 de junio de 2019.