LA CARTA-RENUNCIA QUE CIMBRÓ LAS ESTRUCTURAS DE LA 4T
La carta renuncia que presentó Germán Martínez ante el Consejo General del Instituto Mexicano del Seguro Social, no solo sacudió a la 4T, sino que también, puso en evidencia los malabares financieros que el Presidente López Obrador, está haciendo para financiar sus proyectos, que, dicho sea de paso, según expertos, son financieramente inviables (La Refinería Dos Bocas, los aeropuertos, la Termoeléctrica y el Tren Maya, entre otros), y, por si fuera poco, el dinero que tanto pregonó, obtendría por ahorros, austeridad, combate a la corrupción, etc., no da para cumplir con sus pretensiones.
Y es que el Presidente, anclado en su propia realidad, no admite otra que no sea la suya. Por eso tiene que forzarla a sus ideales, principios y proyectos. Con él, no hay forma de entendimiento; o es como él quiere que sea, o, simplemente, no es.
Por eso, el equipo de Carlos Urzúa en Hacienda, tiene que plegarse y ajustar el presupuesto a los caprichos de su jefe. Por eso, los absurdos recortes a áreas tan sensibles como Salud, Educación y Programas Sociales. Por eso el enojo y la renuncia de Germán Martínez que, duro y directo como es, le restregó en la cara a AMLO, la situación de quiebra en que se encuentra el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Por eso, no quiso asumir culpas ajenas y señaló con índice de fuego, a los neoliberales embozados que comanda Carlos Urzúa. La carta-renuncia de Martínez, es un duro golpe a la propaganda de la 4T y no dudo que solo sea él, el que deserte en un futuro muy cercano. Otros secretarios, están haciendo hasta lo imposible por resistir las mismas presiones, pues saben que no solo va su prestigio de por medio, sino el destino de otros sectores como el educativo, social y el de salud, por mencionar a los más estratégicos y que, por cierto, día a día, crece la inconformidad de la ciudadanía, pues miles de jóvenes que no han terminado sus estudios de secundaria y preparatoria, están en riesgo de no terminarlos, ya que, por los recortes, a los sistemas Cobach y Cecytec, estos, prácticamente, fueron desaparecidos; en el ámbito social, como se sabe, desaparecieron las Estancias infantiles y los Centros de Atención a Mujeres Víctimas de la Violencia, los apoyos a emprendedores y empresas familiares que, desde Diciembre, no reciben los apoyos.
De ahí el enojo de Germán Martínez, lo peor de todo, es que, lejos de llamar la atención del Presidente y advertirle que los recursos de ese Instituto, no solo son aportaciones del gobierno, sino, además, de los trabajadores y de los patrones; que existe un Consejo y una Ley que es la que se encarga de su administración y evitan que se desvíen a otros rubros.
Sin embargo, López Obrador, minimizó el hecho y nombró a otra persona en el lugar de Martínez Cázares, declarando, que: “ Yo lamento el que Germán haya renunciado al IMSS y al mismo tiempo, se que está en su derecho. Queremos que gobiernen hombres y mujeres libres. No queremos subordinados, “pepeles”, gente sin criterio. El mejor gabinete que ha habido en la historia es el del Presidente Benito Juárez y renunciaban”.
Y es que a López Obrador, no le interesan los mexicanos, le interesa formar una legión de seguidores que voten por él y por su partido de manera ciega.
No le importan los pacientes que deambulan por los pasillos de las instituciones de salud o que permanecen horas esperando una consulta, una medicina o su tratamiento para el combate de enfermedades crónico-degenerativas; a AMLO, no le preocupa que a los niños que se quedan solos a cargo de un chacal (sea el padrastro, el padre, el tío y hasta el abuelo sin alma), sean maltratados, violados o asesinados, mientras su madre trabaja y cree que al darles de manera directa a las madres, el dinero que antes se destinaba a las Estancias Infantiles, con eso resuelve el problema y acaba con la corrupción, cuando sabemos, que ese dinero, que no alcanza para pagar una estancia particular, se va a utilizar para completar los gastos familiares.
El presidente engañó por mucho tiempo a gran parte de los mexicanos, con la cantaleta de que, acabando con la corrupción, la recuperación del dinero robado, el despilfarro, los lujos y elevados sueldos de la alta burocracia, así como el despido de aviadores junto con el freno al robo de combustible y demás, iba a obtener 300 mil millones de pesos. Pero las cuentas no le salen, pues apenas ha logrado obtener, unos 10 mil millones con todo y recortes y despidos de burócratas con decena de años de servicio y sueldos miserables; mientras que sus promesas no se han cumplido, pues, lejos de castigar a los ladrones de cuello blanco y expropiarles sus riquezas, ahora sale con que se creó un Instituto para que se encargue de ello, pero solo le cambió el nombre, porque ya existe una dependencia que realiza esa función.
En conclusión, lo que vemos son ambiciones de muchos de los miembros de la 4T; ansias de poder, desconocimiento de las Ley y creen que las dependencias son agencias de colocaciones (como en los viejos tiempos), oportunidad para hacer negocios. Sus colaboradores y súper delegados no han entendido al Presidente, pero éste, tampoco ha sabido trabajar en equipo, por lo que, no conoce cómo está funcionando cada dependencia y no sabe -o se hace-, que éstas, no han comenzado a operar, pues no han soltado los recursos para los diferente programas. El Gobierno de AMLO está, hasta estos momentos, paralizado.