POR: ABEL ALCALÁ H.
Es ley natural que los nuevos nacimientos y los jóvenes de un pueblo son el futuro de esa comunidad humana, por tal motivo, es en ellos donde se invierten la mayor parte de los recursos materiales y espirituales que sostiene la identidad de esa nación.
También es ley natural que descuidar, desatender o violentar con ideologías perniciosas el desarrollo de una mente educada en un cuerpo sano es poner en el camino de la extinción al pueblo.
Ahora circunscritos a nuestra nación mexicana nos percatamos que desde haces varias decenas de años no se le ha puesto la atención que es debida al cuidado de los nuevos nacimientos ni al desarrollo de la niñez y menos a nuestros jóvenes.
Los efectos negativos de esas omisiones por parte de gobernantes, legisladores, líderes sociales, padres de familia, docentes, pedagogos, académicos y concretamente el sistema educativo nacional que a la fecha no tiene ni pies ni cabeza y que sigue secuestrado por mafias y grupos ideológicos que sólo ven sus intereses, siguen siendo analizados por sociólogos, psicólogos, politólogos y expertos en la materia y el panorama es muy desalentador.
En lo relativo al gobierno en turno la educación se toma como un medio de control de los futuros votantes para seguir en el poder y además lo usan como medio de adoctrinamiento para imponer la ideología que representan.
Corregir las omisiones y liberar a la educación de sus secuestradores se responsabilidad de cada uno de los mexicanos empezando por los padres de familia y sus organizaciones y en seguida por los académicos que tiene la noble tarea de educar a la niñez y juventud para bien de todos los mexicanos.
El reclamo y exigencia permanente es que se respete, sin restricción alguna, el Derecho a la Libertad Educativa.
Además de exigir al gobernante en turno el cumplimento del mandato constitucional que se cita en seguida: “CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.. Artículo 31. Son obligaciones de los mexicanos: … III. Alistarse y servir en la Guardia Nacional, conforme a la ley orgánica respectiva, para asegurar y defender la independencia, el territorio, el honor, los derechos e intereses de la Patria, así como la tranquilidad y el orden interior;..”
El alejamiento de los jóvenes, de ambos sexos de entre los 16 y 20 años de edad, del aprendizaje de la verdadera historia de México, del incumplimiento de sus deberes de alistarse para recibir la preparación militar necesaria para asegurar y defender la independencia y el honor de los derechos y deberes de la Patria, el abstenerse de participar en los actos que impregnan nuestra mexicanidad y el amor a la Patria mexicana, hacen que la gran parte de la juventud se eche en brazos de los peores vicios que destruyen su inteligencia y su salud.
En nuestras manos está crear un destino glorioso para las nuevas generaciones de mexicanos siempre y cuando eduquemos sus mentes y mantengamos sanos sus cuerpos.
Cada mexicano en la situación de estado que más le va con su vocación (padre, madre, docente, pedagogo, legislador, gobernante, etc.) debe aportar su mayor esfuerzo en garantizar el desarrollo integral de nuestros niños y jóvenes no pichicateando los bienes espirituales y materiales con que cuenta la comunidad para ponerlos en disposición de su educación y salud.
En su formación integral la educación y formación marcial es valiosa para que los jóvenes adquieran las herramientas para amar a la Patria y saber sortear las tentaciones de los vicios, pues aprenderán a ser prudentes, justos, fuertes y templados, es decir, personas virtuosas y mexicanos cabales.