POR: ABEL ALCALÁ H.
A veces el ganso se muerde la cola para tratar de librarse de los males por él causados.
Aún están resonando en muchos oídos las acusaciones y diatribas que López Obrador profirió en su toma de protesta como presidente de México, a los grupos e individuos que se ostentan amantes y seguidores del neoliberalismo.
Muy interesante es saber el origen del liberalismo y cómo evolucionó a neo (NUEVOS) liberalismo y ahora por qué López Obrador reniega de ambos.
El Partido Liberal o Partido del Progreso fue un partido liberal mexicano fundado a principios del siglo XIX y en el que participaron personajes como José María Iglesias, Benito Juárez y Porfirio Díaz.
Los liberales mexicanos pugnaban por: Una república federal, pretendían que en México se estableciera una república democrática libre de la influencia de la iglesia, la cual se conformaría de tres poderes: Legislativo, ejecutivo y judicial. Así como el establecimiento de derechos individuales entre los que destacan la libertad de culto, la libertad de prensa y la educación laica (sin ideologías) para todo individuo no importando su estatus social.
Ese liberalismo al que tanto se refiere el presidente Andrés Manuel y le sirve para fustigar a supuestos conservadores, evolucionó al neoliberalismo, para desplazar a su paso el sistema de economía mixta que prevalecía en México; Desde la década de los cuarenta, la estrategia de desarrollo en México, se sustentó en la protección del mercado interno, a través de barreras arancelarias y no arancelarias que mantuvieron al aparato productivo virtualmente aislado de la competencia internacional. El Estado, desempeñó un importante papel, al asumir un alto grado de intervencionismo y regulación de la actividad económica.
Los liberales se convirtieron dialécticamente en los neoliberales que implantaron el modelo en México y quienes defienden al neoliberalismo, son llamados neoliberales, muestran su claro apoyo a la liberalización en materia de economía, lo cual implica que los mercados sean totalmente abiertos, fomentando de este modo el libre comercio, a partir de una desregulación de los mercados.
Los Nuevos (neo) liberales también denostaron a los “conservadores”, a los católicos, a los que defendían el patrimonio nacional, a los nacionalistas, a los mexicanistas, a la institución familiar, a la educación sin ideología de género, al matrimonio heterosexual, al derecho la vida, a mantener una juventud sana sin adicciones, al respeto a la cultura mexicana y a su idiosincrasia.
Como ven hay absoluta congruencia entre liberales y neoliberales, y, ahora resulta que Andrés Manuel siendo liberal ataca a los neoliberales por ser autores de la quiebra de la economía, de la pobreza, de la inseguridad, del desabasto de medicamentos, de una educación mediocre, de enriquecimientos y fortunas ilegítimos y robos del erario, del patrimonio nacional y endeudamiento público nada trasparente, todo indica que es un pleito entre la misma familia de liberales.
Los neoliberales (hijos de los liberales) agachan la cabeza, huyen con los dineros mal habidos y ninguno responde a las acusaciones de López Obrador, ¿acuerdo previo? Y Andrés se va contra los mexicanos nacionalistas que siempre han dado lo mejor de sí para sostener soberano al país, acusándolos de los delitos que cometieron sus correligionarios los neoliberales. Ganso se muerde la cola para tratar de librarse de los males por él causado.
Ahora nos venden los liberales y nuevos (neo) liberales que su ideología es la Nueva Izquierda que pugna por: Menos federalismo, más presidencialismo, menos democracia real y más democracia formal (encuestas a modo), menos estados soberanos más concentración del poder, aprobación del aborto, legalización de las drogas, destrucción del matrimonio heterosexual y la familia, educación ideologizada, menos libertad y más libertinaje sexual y adicciones, destrucción de la libertad religiosa. La demagogia es el arma favorita de liberales, nuevos (neo) liberales e izquierdistas, el mismo ganso pero revolcado.