POR: FERNANDO RANGEL DE LEÓN
El 10 de enero de 1989, a cuarenta días después de haber asumido la Presidencia de la República, el 1° de diciembre de 1988, Carlos Salinas de Gortari, utilizando el Ejército y la Policía Judicial Federal, detuvo a Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, sembrándole armas reservadas al Ejército y un agente del Ministerio Público Federal, muerto (que según pruebas había sido asesinado en Cd. Juárez, Chih), en Ciudad Madero, Tamaulipas; para poderlo aprehender in fraganti (con las manos en la masa); liberado después de 8 años en que fue amnistiado por Ernesto Zedillo, en 1997.
“La Quina” fue el líder más poderoso que ha tenido el Sindicato Petrolero de la República Mexicana, superado por corrupto solo por el actual líder Carlos Romero Deschamps (quien ya siente pasos en la azotea y por eso ya se amparó); y su “pecado” fue que quería como candidato Presidencial del PRI, al recién fallecido Alfredo del Mazo González; hizo que se publicara el asesinato de una sirvienta por parte de Salinas y su hermano Raúl, siendo niños; y haber apoyado a su contrincante Cuauhtémoc Cárdenas, del entonces Frente Democrático Nacional, después PRD.
Pero Salinas con el encarcelamiento no solo se vengó de “La Quina”, sino también trató de legitimarse, pues le había “robado” la Presidencia a Cuauhtémoc; y sabía que el pueblo vería bien que se detuviera a un líder corrupto; además sirvió de escarmiento para que Carlos Jonguitud Barrios, dejara el SNTE, y Salinas pusiera en su lugar a Elba Esther Gordillo.
Ese mismo golpe lo repitió Enrique Peña, encarcelando a la maestra Elba Esther, en 2013, quien también no era bien vista por la mayoría de la sociedad; por lo que con esto trató de congraciarse con el pueblo, y además quitarse un obstáculo para su malograda reforma educativa.
Pero esos solo fueron golpes mediáticos; pues se quitaron a esos líderes corruptos; poniendo los Presidentes en su lugar a otros aún más corruptos, de quienes fueron cómplices.
En cambio los golpes del Presidente Andrés Manuel López Obrador, dados en apenas 40 días de su mandado son no a los corruptos sino a los sistemas corruptos como el que operaba con las pensiones de los expresidentes, el lujoso avión presidencial, los insultantes sueldos de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y el multimillonario robo de combustible a PEMEX, desde el Presidente de la República hasta el más modesto chofer de las pipas; siendo el “huachicoleo”, a lado de él, “peccata minuta” (falta pequeña); pues ese sistema corrupto abastecía a todas las gasolineras del país; por eso al acabar AMLO con él, éstas están sufriendo desabasto con las consecuentes molestias a los consumidores; el que desaparecerá una vez que el surtimiento sea de gasolina no robada; y que esperamos sea lo más pronto posible para que los que están siempre en contra de todo y en favor de nada, dejen de calumniar y difamar.