Pero, antes que nada, empezaremos nuestra columna con nuestra típica y tradicional adivinanza que, en esta ocasión, nos fue enviada por miembros del comité seccional de la 35 ¿A qué integrante del comité le dicen la licenciada picapleitos? Como siempre, les daremos unas pistas: a este personaje se le ocurrió asomar la cabeza y presentarse como una opción para suceder a Arturo Díaz, aprovechando que Arturo quiere imponer a toda costa a la maestra Antonia Gómez, “La Toña”, argumentando a conveniencia la equidad de género. Pues a esta licenciada, con esto le salieron en las redes sociales todos los supuestos trinquetes que, en complicidad con un despacho externo, realiza para tumbarles un billete a los agremiados por defenderlos, y peor aún, para despojarlos de sus plazas. Si con todas estas pistas no sabe de quién estamos hablando, pegúntele a la maestra Antonia Gómez, “La Toña”, para sus amigas.
Entrando en materia político sindical y continuando con el reality show de la serie de Netflix, “Un secretario magisterial en desgracia”, protagonizada por el ex secretario general de la sección 35, Jorge Fernando Mora Garza, en donde, como lo comentamos en la pasada columna, cuenta con toda la certificación de veracidad de Arturo Díaz, actual secretario de la sección 35, quien cual difundió a más no poder la primera temporada de esta serie. Recordemos que, como ya es de todos sabido, en este primer capítulo Mora le pone nombre y apellido al causante, según él, de todos sus problemas, tanto económicos como financieros, propios de su administración sindical y también de su desgracias personal y financiera.
Pues, ahora resulta, que esos mismos que se encargaron de difundir y hacer viral a Fernando Mora, Arturo Díaz y su gente, ahora lo quieren desaparecer y hasta esparcen rumores de que ya no está en este mundo, ya que se enteraron que Mora, ese que ellos califican como una voz autorizada moralmente y hasta legalmente, ahora relatará con pelos y señales los episodios que vivió en su paso por la sección con Arturo Díaz y con toda su gente, así como también como fueron ellos los grandes beneficiarios de los recursos que administraba la sección 35 y que ahora la gente de Arturo señala que desaparecieron. Lo cual, por lo visto, los tiene más que nerviosos y ahora hasta al pobre de Mora le quieren metafóricamente cortar la lengua.
Continuando con los efectos de la serie de Netflix, “Un líder magisterial en desgracia”, el que mandó a sus emisarios a lavar su imagen, fue precisamente el villano estelar de esta historia, “Carlos M”, o como sus corifeos le han apodado: el 905, el emperador del mal, diría Mora. Esta misión suicida que sus legionarios están realizando, trae instrucciones precisas, las cuales van desde que se presenten y tomen fotos con todos los personajes políticos y funcionarios de Coahuila e, inclusive, también con los de Durango, para dar el “face-bucazo” de que ellos son unas blancas palomas y enviar el mensaje de que son aceptados y reconocidos por la parte oficial gubernamental.
Lo que no entienden estos súbditos, es que los funcionarios y personalidades políticas y de partido no tienen ningún empacho en tomarse la foto con ellos y con quien sea, ya que es parte de su trabajo, ya que abiertamente jamás los mandarán a inflar burros por el pivote como les gusta; sin embargo, de eso a considerarlos como un activo político importante partidista y gremial para recuperar y neutralizar a los actuales dirigentes secciones sindicales, definitivamente no, ya que los consideran un lastre y los verdaderos causantes de los quebrantos financieros de las secciones, que por ellos están en manos de quienes están. Veremos y diremos.
Hasta próxima…