POR: JOSÉ GERD
México
Mi corazón susurra
callado de emociones
por tú horizonte,
ha dicho que el viento
y los pinos
son acogedores
en el viejo camino
que recorres.
Eternamente, es la ilusión
del mundo a tu manera,
dónde enmudece
la historia
del cuál soy prisionero.
Desequilibra la razón
de tus sentidos,
el fuego vuelto ceniza
con el desazón
de quererme.
Ahora bien,
dame de tu noria,
no olvides
el considerarme loco,
no olvides
la sinrazón del viento alborotado
y la memoria sin linterna,
que quema
la hoguera
de tu bosque.
Eternamente es la razón,
la que desequilibra
el fuego de tu vida...