Qué bonito es lo bonito; hoy celebramos 215 años del inicio de la Independencia de México, en la que hombres y mujeres valientes dieron su vida por la libertad; hoy todos nos sentimos muy pero muy orgullosos de ser mexicanos ¡Viva México! Gritemos con la fuerza esperanza que nos queda de que este país mejore y nosotros también.
Tenía este tema en el tintero y lo abordaré ahora; Durante la pasada gira de trabajo del gobernador Manolo Jiménez en Acuña, no todos lo vieron, pero sucedió; al término del evento el gobernador se quedó a tender más quejas que saludos pero se quedó y hasta él se acercó Adriana Ramírez Pacheco, sí, la misma que hasta hace un par de semanas se decía amiga de la señora Liliana Salinas Valdez, mamá del gobernador; Adriana no podía ni ella misma con sus aires de grandeza, entraba a la Fiscalía del estado como si fuera la delegada y en otras dependencias igual, ya nadie la soportaba pero callaban por temor a ser despedidos, pues realmente Salinas Valdez le estaba dando suficiente poder sin saber realmente con quien estaba tratando. Era cuestión de tiempo, Adriana ha terminado así en la mayoría de los grupos políticos a los que se acerca o de los que forma parte, pero ahora se sentía intocable y es que es de las que se suben a un ladrillo y se marean y se mareó; no conforme con la oficialía del registro civil y la notaría que le regaló el exgobernador Rubén Moreira; logró colocar a su hijo como titular de UNEDIF en la actual administración estatal, pero su ambición la perdió; colocó a gente de su agrado en cargos importantes como en la dirección del Hospital General a su amiga la Dra. Angélica Ibarra Hernández; luego se vino el conflicto en el hospital con personal de enfermería quejándose de malos tratos, corrupción y conflictos de interés de la directora; allí entró la mano de Adriana, creando todo un enredo, pagando a publicaciones en redes sociales para que defendieran la postura de su amiga la doctora Angelica Ibarra Hernández, Adriana siempre estuvo detrás de este conflicto; sin embargo la gota que derramó el vaso, fue cuando ella y su hijo entonces titular de UDEFI, ocultaron el accidente que sufrió una usuaria de UNEDIF, además de que también trataron de obligar a una empleada para que firmara su renuncia voluntaria para darle el trabajo a una persona allegada a Adriana; esa empleada se quejó directamente con la señora Liliana y lo demás es historia. Adriana se acercó al gobernador para rogarle que le regresara el trabajo a su hijo y la confianza en ella, pero el gobernador le respondió que si su mamá había tomado una decisión era por una razón y que así se quedaría todo; Adriana lloró para conmoverlo, pero no le dio resultado. La señora Liliana tardó un poco en darse cuenta el tipo de persona que es Adriana Ramírez y eso iba a suceder tarde o temprano y es que Adriana tiene un largo historial de corrupción en Acuña, lo escribo con todas sus letras porque yo la investigué, documenté y lo probé en columnas escritas para Sin Censura durante la administración municipal de Alberto Aguirre Villarreal, en la que no solo vendió áreas verdes y terrenos municipales en áreas inundables, engaño y estafó a habitantes de colonias como Santa Martha con un programa de escrituración, cobrándoles cantidades de hasta 7 mil pesos directamente depositados en una cuenta en Banorte a su nombre y del líder que manejaba esa colonia, que por cierto ya falleció. Hace poco recibí mensajes in box en los que me decían que seguían esperando su dinero porque Adriana Ramírez no les había cumplido y es que tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe, alguien me dijo en una ocasión “No sabes lo que se gana cuando pierdes la vergüenza” Adriana Ramírez, ha seguido muy bien ese consejo sin duda alguna; eso pasa cuando algunas figuras políticas locales intentan engañar con su doble moral a altos mandos estatales, aunque por poco tiempo… Soy Gloria Ruiz, la voz del pueblo, la válvula de escape para muchos, la politóloga del proletariado…To be continued.