INFORME DEL SÉPTIMO AÑO DE GOBIERNO DE LÓPEZ OBRADOR
Con el mismo guión, la misma verborrea y más recargada, Claudia Sheinbaum, presentó el séptimo informe de gobierno de su jefe, Andrés Manuel López Obrador.
Y es que, este primer año, no cambió nada, no hay qué presumir, pareciera, que el tiempo se hubiera detenido.
Se siguió hablando del tema de salud, con la misma promesa de resolver el desabasto de medicamentos; de tener un servicio, mejor que el de Dinamarca.
El tema de la violencia y la delincuencia, salvo algunos trofeos para los gringos, ha seguido su curso, sin haber resultados tangibles en el combate contra los cárteles, salvo que hubo una pequeña disminución en los homicidios dolosos, pero en la misma proporción, un incremento en desapariciones y secuestros, lo que hace tablas la ecuación.
Y, ni qué decir de robo de combustibles, pues, el huachicol, en este lapso, obtuvo su carta de naturalización, dejando muy mal parado al viejito de las mentiras, que, cuando le entregó la silla a su presirvienta, dejó en ceros el tema, pero ¡oh, sorpresa!, la presirvienta lo desnudó, al desmantelar una mini refinería clandestina y mostrar, que seguía gozando de cabal salud el tráfico de combustibles y, ¡por las aduanas! con carta de naturalización con la corrupción de los encargados de operarlas, significado, pérdidas millonarias, que, aunadas al tráfico de gasolina para Cuba, comprometieron a la paraestatal, a tal grado, que se presentó un desabasto del combustible en algunas regiones del país, comprometiendo, también, la relación con EEUU, que, ya de por sí, no es tan buena.
La presirvienta, siguió ensalzando las obras emblemáticas de su jefe, que, por cierto, ninguna está terminada al ciento por ciento, y, se les siguen inyectando recursos, ¡y muchos!.
La señora Sheinbaum, continuó haciéndose endeja con las mañaneras, ah, pero ahora del pueblo, en un esquema más recalcitrante y ácido que el de amo y señor. Tampoco, como con López, nadie sabe a qué dedica, el resto del día, la encargada del despacho presidencial. ¡Toda una incógnita!
Pero también, la seño, Sheinbaum, adquirió, como su jefe, una flotilla de aviones para reforzar a Mexicana de Aviación, para que los mexicanos puedan viajar. Así lo dijo.
Ah, también, la presirvienta, realizó el encargo que le dejó su jefe, le partió la madre al Poder Judicial, tal y como él quería: con improvisación, con tómbolas, pero, como él alumno tiene que superar al maestro, a la señito, se le ocurrió, para ir más a la segura, introducir, en la votación, unos acordeones, con lo que, los elegidos por ella, a huevo, quedarán en las listas y, con una raquítica votación de menos de 10 por ciento, se cumplió el capricho del que, todavía manda.
Así que, el 1° de Septiembre, Claudia, no sólo leyó el mensaje que le mandaron, sino que, también, se les tomó posesión a los nuevos magistrados, ministros y demás integrantes del poder judicial, dejando manca a la República y, en total indefensión, a la mayoría del pueblo de México.
Todo, en el contexto de un déficit de empleo, de un alto costo de las gasolinas, (sí, aquellas que AMLO, prometió que bajaría y dejaría en 10 pesos, y que hoy, no bajan de 24 pasos).
También, con una amenaza latente, de un Donald Trump recargado, enloquecido y amenazante, que, al parecer, ya tomó represalias contra Venezuela, al atacar un barco, supuestamente, cargado de drogas.