En el hedor de la corrupción política, Carlos Hank González, ex gobernador del Estado de México, y Jefe del Departamento del Distrito Federal, con su famosa frase “Un político pobre, es un pobre político”, quiso decir que para triunfar en la política se requiere ser rico; pues el poder público se compra con millones de pesos, que a su vez da más riqueza para comprar más puestos y así continuar en el gobierno hasta por generaciones.
Este es uno de los colmos del cinismo de los anteriores gobernantes que indignaron a la mayoría de los ciudadanos de México, que para terminar con ellos votó el 1° de julio de 2018, por gobernantes distintos a esos, y lo logró; pero desafortunadamente solo por el Presidente de la República, y unos cuantos otros funcionarios públicos, que también son honestos y honrados como lo fue el primer mandatario; solo que ellos no son noticia mediática.
Los de las noticias mediáticas son las y los altos dirigentes de este nuevo régimen autodenominado la 4T, y del partido en el poder, que por estar en el aparador o vitrina toda su conducta privada y pública, dentro y fuera del país, es vista por todos y es criticada por la oposición para descalificarlos; con lo que así quiere retomar el poder; lo que no logrará con críticas destructivas, sino construyendo con ofertas de programas sociales, de salud y de educación, mejores que los actuales; pues el día en que se comprometa la oposición con la sociedad a satisfacer más y mejor sus necesidades, ese día empezará a ser bien vista por ella.
Por eso, por la falta de una oposición positiva, constructiva, sana y comprometida al 100 con la sociedad; la 4T y Morena, están seguros de seguir contando con el apoyo mayoritario de la sociedad para hacer realidad sus programas de gobierno y beneficiarla con sus políticas públicas en favor de las grandes mayorías para que a su vez al contar estas con bienestar con capacidad adquisitiva favorecerán a los empresarios comprándoles más productos, sobre todo de la canasta básica.
Los de la 4T y Morena deben cobrar conciencia de que están pisando terreno minado y que en cualquier momento les explote una granada; por lo que deben de andarse con pies de plomo; no haciendo negocios de ninguna clase, no ostentar riqueza alguna, y vivir en la justa medianía; y que el poder no se logra con dinero como dijo Hank, sino con el voto que se consigue solo con honestidad, honradez, obras y servicio público.