Un anciano está sentado en su porche cuando ve a un niño caminando por la calle arrastrando algo detrás de él. Él llama al niño:

- Oye hijo, ¿qué tienes ahí?

El niño responde:

- Es cinta adhesiva, voy a ir a atrapar algunos patos...

El anciano se ríe y grita:

- ¡Tonto, no puedes atrapar patos con cinta adhesiva!

El niño se ríe y continúa su camino, regresando pocas horas después y detrás de él arrastrando 8 patos, todos envueltos en cinta adhesiva. El anciano no puede creer lo que ve. Al día siguiente, el anciano está sentado nuevamente en su porche y aparece el niño pequeño arrastrando algo detrás de él.

Cuando el anciano le pregunta qué tiene esta vez, el niño responde:

- Es un carrete de alambre de gallinero, voy a atrapar algunos pollos en él.

Bueno, el anciano comienza a reírse muy fuerte y le dice al niño:

- Tonto, no puedes atrapar pollos con alambre de gallinero.

El niño se ríe y responde:

- Eso es lo que dijiste sobre la cinta adhesiva, y continúa su camino, mientras el anciano se ríe como loco.

Unas horas después el anciano se sorprende al ver regresar al niño, y aún más impactado al ver que detrás de él arrastra 10 gallinas, todas enredadas en la malla gallinera, nuevamente no puede creer lo que ve.

Al día siguiente, el anciano está sentado allí, preguntándose qué estará haciendo el niño cuando lo ve venir por la calle con algo en la mano y le dice:

- Oye hijo, ¿qué haces allí hoy?

El niño responde: “Es un sauce llorón”...

El hombre entonces responde: “¡Espera, hijo, iré a buscar mi sombrero!”