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Se entiende la molestia de los maestros de la CNTE, hablar de incrementos en sus cuotas y el aumento de los años de servicio para su jubilación suenan dolosos para sus bolsillos y expectativas de vida, sin embargo, existen males necesarios y situaciones laborales anacrónicas que deben modernizarse, pues la ley del ISSSTE de hace 60 años simplemente no tiene cabida ya en 2025. Para empezar, tenemos el problema de las onerosas pensiones.
En otras palabras, estamos viviendo cada vez más y esa expectativa de vida debe ser cubierta por trabajadores en activo, pues cuando el ISSSTE se fundó en 1960, la esperanza de vida era de 60 años, mientras que hoy ronda los 80. “El ISSSTE ya tiene su población de 35% de 60 años o más. Es el grupo más viejo de México”.
Además, la relación entre trabajadores activos y pensionados se ha desplomado: “Cuando el ISSSTE se creó había 20 cotizantes por cada pensionado. Hoy hay 0.9 cotizantes por cada pensionado”.
Con estos números queda claro que la institución esta al borde de la quiebra, por ello la necesidad de incrementar las cuotas laborales hasta tres veces; y hay que agregar a la pesada carga de las pensiones los compromisos de vivienda que tiene el gobierno con los trabajadores, ya que se incluirá al nuevo programa de vivienda y regularización territorial del Gobierno de México, la construcción de 500,000 viviendas a cargo del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), además de la integración de un sistema para mejoras y remodelación para viviendas usadas o nuevas.
Estos gastos que son compromiso gubernamental necesitan financiamiento y la realidad es que en la actualidad ni con el sueldo íntegro de los trabajadores del ISSSTE se completaría para pagar el tema de las pensiones, mucho menos los programas de vivienda. Al final del día, en el sistema actual las cuotas de los trabajadores solo representan el 5% del pago de pensiones, el resto lo pagamos quienes ni siquiera pertenecemos a este sistema de seguridad social.
25 años de servicio para mujeres y 30 para hombres en tiempos de mayor expectativa de vida no es sostenible, y se entiende la molestia de los trabajadores, pero como contribuyente también molesta tener que pagar pensiones de personas que se jubilan a los 50 años y cuya vida será de 80 años aproximadamente.
En ese caso, también quienes aportamos el faltante deberíamos manifestarnos por lo que se deja de gastar en desarrollo social u obra pública para canalizarse a un fondo de pensiones que egoísta, pero sinceramente no nos beneficia en nada a quienes cotizamos en otro sistema de salud.
Se trata de una negociación que no parece tener fin, esperemos que los maestros recapaciten y contextualicen la situación financiera del ISSSTE para poder sobrellevar la situación actual, porque resolución no tiene al menos en el corto y mediano plazo.