EN LAS ÚLTIMAS semanas, en el municipio de San Pedro de las Colonias, al igual que en todo el país, se ha venido aplicando la modificación al reglamento de la Secretaría de Educación Pública (SEP) que prohíbe la venta de comida chatarra en los planteles educativos y que establece que en las escuelas de todos los niveles se deben vender solamente productos saludables, lo cual, en primera instancia y sin lugar a dudas, es algo muy positivo dadas las cifras de obesidad y diabetes infantil que tenemos en nuestro país. De entrada, todo está bien, pero como está sucediendo en estos tiempos del gobierno de la mal llamada 4T, todo se hace al trancazo y no se toman en cuenta muchos factores que afectan a los mismos niños. Para empezar, los hábitos alimenticios de nuestros niños y jóvenes están muy distorsionados y los menores se resisten a comer frutas y verduras en lugar de gorditas, sodas y frituras, como están acostumbrados. Lo ideal, según dicen los expertos, hubiera sido empezar con una campaña de concienciación para que los niños se fueran acostumbrando poco a poco a comer de forma más saludable. Nuestros hábitos alimenticios, como señalamos, vienen muy mal.
Bueno, aparte del factor alimenticio, en éste asunto también se está afectando económicamente a las instituciones educativas porque la venta de productos chatarra o no chatarra, era una fuente de ingresos muy importante para las escuelas y ahora los directivos están batallando para conseguir recursos porque de lo que generaban las cooperativas, cafeterías y tienditas, era con lo que los directivos de las escuelas pagaban el material de limpieza, reparaciones y mantenimiento que necesitan las escuelas. Muchos mexicanos, piensan que el gobierno federal o el estatal les da a los planteles para ese tipo de gastos, pero no es así. Y eso de que en México la educación es gratuita en la realidad es puro cuento, porque la SEP solo paga la nómina de los maestros y el personal y el agua y la luz de las escuelas públicas. De todo lo demás, dice la ley de educación, se puede conseguir con la autogestión de las escuelas y, ahora, con la prohibición de la venta de comida chatarra la cosa se está complicando para muchos directivos.
Como mencionamos, de entrada, la idea es buena, saludable y todo lo que quieran, pero se debe entonces dar a las escuelas públicas para que cubran todos sus gastos. Pero, lamentablemente, como en muchas cosas, la mal llamada 4T hace las cosas al trancazo, al ahí se va, y en lugar de dar recursos suficientes para el mantenimiento de las escuelas prefiere seguir gastando el dinero público en proyectos faraónicos e inútiles y en repartir dinero para comprar conciencias a través de los manipulados programas sociales.
Por cierto, esto de la prohibición de la venta de comida chatarra y alta en calorías está produciendo cosas muy curiosas, porque ahora muchos padres de familia que antes no le llevaban loche a sus hijos ahora están llevándoselos porque los niños no quieren comer lo que ahora se les ofrece en las cooperativas. Y en este, como en muchos casos, los jerarcas de Morena lucen su prepotencia porque, eso sí, los chocolates del Bienestar, aunque tengan mucha azúcar y calorías, si se van a poder vender en las cafeterías porque hay que protegerles el negocio a los destacados miembros de la monarquía cuatrotera. Lo bueno es que según ellos son diferentes...