Fue amenazada de muerte, acosada, privada de su libertad, golpeada en la cabeza, obligada a caminar herida por una brecha, tuvo que exhibir su caso para que actuara la autoridad, es el caso de Yasmín Sánchez Alvizo, una joven mujer de 29 años; esta fue la segunda ocasión en ser agredida de esta manera y casi la matan, más una agresión anterior a estas en que fue golpeada por Simón “N” hace un año cuando eran novios; Yasmín decidió terminar la relación y lo denunció, obtuvo una orden de restricción pero el caso nunca fue judicializado; Simón “N” siguió acosándola, iba y venía entre San Carlos, municipio de Jiménez, Coahuila y Texas, donde reside y trabaja. Asegura Yasmín que tuvo que mudarse a Morelos un municipio cercano por el constante acoso y amenazas de Simón, pero, aunque la policía municipal de Jiménez, lo detectó regresando por carretera a San Carlos, proveniente de Morelos hasta donde iba a acosar a Yasmín y ella lo reportó a la policía, pero no lo detuvieron.
La segunda agresión fue hace aproximadamente 6 meses cuando Yasmín regresó a vivir a San Carlos y junto con sus dos hijos menores de edad; vivían en la casa de la madre de Yasmín, quien por trabajo se encontraba fuera del municipio. Aprovechando esta circunstancia y la inacción de la policía municipal para hacer cumplir la orden de restricción, Simón llegaba con prepotencia a la casa de Yasmín, entraba, la amenazaba siempre portando una navaja y la golpeaba delante de los hijos de Yasmín quien, por las amenazas de Simón, ocultaba a su madre lo que estaba pasando y porque veía la indiferencia de la autoridad municipal. Simón terminó privando a Yasmín de su libertad con uso de la fuerza y de amenazas de matarla con su navaja y la subió su camioneta para llevársela con rumbo desconocido, ya sobre la carretera a la altura del ejido La Muralla, en una curva Simón perdió el control del vehículo y Yasmín salió disparada impactándose entre los matorrales y golpeándose fuertemente la cabeza; despertó en el Hospital General ya con su madre al lado; Simón fue detenido y trasladado a la Fiscalía General del Estado en Ciudad Acuña; ya pesaba en su contra una denuncia por agresión física a Yasmín y una orden de restricción con desacato; esta vez había intentado matar a Yasmín, esa fue la amenaza, además de la privación ilegal de la libertad con uso de violencia, usando un arma, su navaja y ejerciendo violencia psicológica no solo en contra de Yasmín sino de dos menores de edad que veían todas las agresiones y fueron testigos cuando se llevó a Yasmín usando la fuerza. Lo que siguió es institucionalmente aberrante; un agente del Ministerio Público del fuero común acudió al hospital a tomar la declaración de Yasmín, aun aturdida y confundida sin duda por la violencia y el accidente; ese agente del MP le preguntó a Yasmín que sí quería otorgarle el perdón a Simón “N” o lo enviaban al CERESO… Eso sin contar con que el padre de Simón estaba en la parte externa del hospital esperando la decisión de Yasmín, quien junto con su madre deciden otorgarle el perdón pero piden que se pague toda la atención médica que Yasmín necesitaba, lo que no se cumplió en su totalidad; sin embargo Simón “N” ya era un agresor reincidente y con una orden de restricción en desacato; pero el caso que originó esa orden no había sido judicializado, en otras palabras, se negó a Yasmín en acceso pleno a resolver su caso por medio de la justicia y la violencia escaló… Después de la segunda agresión Yasmín estuvo tranquila unos meses pero Simón regresó en diciembre del 2024 y ya no se fue de San Carlos; el acoso y las amenazas siguieron escalando y todo se complicó cuando Yasmín decide trabajar en Ciudad Acuña, pero el pasado sábado 15 de marzo, Yasmín acude con sus hijos a un baile comunal en San Carlos a donde llega Simón pero ella se mantiene alejada con sus amigas a pesad de que él la insultó al encontrársela; después Yasmín deja sus hijos al cuidado de su hermana para seguir la fiesta en otro lugar con sus amigas y regresa de madrugada a casa de su Madre de donde sale alrededor del medio día y se encuentra a Simón, quien por la fuerza y con amenazas la sube a la camioneta y se la lleva con rumbo a una casa abandonada, en el trayecto la amenaza y le dice que la va a matar, en esa casa la obligó a acostarse en un deshecho de colchón y allí empieza a usar la navaja contra el colchón diciéndole que ahora si la va a matar porque después de lo que está haciendo sabe que irá a la cárcel y haría que valga la pena por todo lo que Yasmín le ha hecho; pero por alguna razón se la lleva a otro lugar, la casa de unos primos de Simón quienes la ven que está en la camioneta y saben de la violencia de Simón en contra de ella sin embargo no hacen nada, allí Simón la obliga a comer y le desgarra la blusa y parte del sostén, luego se la lleva rumbo a otro ejido pero la camioneta se averió y la obliga a ponerse su camisa y a caminar sobre una brecha que es poco transitada entre San Carlos y Jiménez Coahuila, Yasmín trata de pedir ayuda con señas a los automovilistas pero no se detienen y cuando Simón se da cuenta, golpea fuertemente a Yasmín en la cabeza con una piedra, Yasmín pierde el conocimiento y empieza a despertar dándose cuenta que es arrastrada por Simón hacia unos matorrales donde se detiene un poco y le dice que ella se cayó y golpeó en la cabeza, pero Yasmín estaba consciente de que no era así, cuando me narraba esta parte, se quebró su voz por el llanto y dijo notablemente traumatizada “Algo que no me puedo sacar de mi mente es que las moscas empezaban a pararse en mi cabeza por toda la sangre que brotaba de la herida, eso no se me pude olvidar”.
Simón “N” la obligó a seguir caminando así herida en la cabeza, la camisa que llevaba Yasmín estaba llena de sangre; finalmente una señora la reconoció y aunque pasó de largo en su camioneta, decidió regresar porque vio que Yasmín estaba sangrando; preguntó si podía ayudarlos y simón respondió que Yasmín se había caído y golpeado en la cabeza y pidió los llevaran a casa de su abuela de Simón, seguía amenazando con la navaja a Yasmín advirtiéndole que no hablara, así, viajan en la caja de la camioneta y llegan al destino señalado; fue entonces que esta señora, testigo clave en el caso, advierte que algo no esta bien y Yasmín la toma fuerte de la mano y la ve fijamente con angustia; la testigo la sube a la camioneta y escucha el terror que estaba viviendo Yasmín, se la lleva y busca a su familia quienes ya estaban buscando a Yasmín.
Sin embargo y aunque parezca para muchos inexplicable, Yasmín no fue llevada a atención médica, durmió domingo y lunes con la herida en la cabeza, narra junto con su madre que estaban asustadas y desorientadas además la autoridad nunca la ayudó a pesar de sus denuncias; el martes su madre decide pedir ayuda a la administración municipal de Jiménez, son enviadas al Centro de Justicia y empoderamiento de la Mujer en Ciudad Acuña y de allí al Hospital General, donde se negaron a ingresarla por urgencias “Porque ya había pasado mucho tiempo” Iba acompañada de una representante del municipio de Jiménez y otra del Centro de Empoderamiento pero no pudieron gestionar la atención urgente, lo que habla de una total falta de coordinación entre autoridades para atender casos de violencia en contra de la mujer; Yasmín presentó su denuncia en el Centro del Empoderamiento… Pasó una semana y ningún avance hasta que Yasmín no pudo más, escondida en un lugar fuera de San Carlos, con su madre e hijos quienes no estaban yendo a la escuela, hizo público su caso en Facebook, de allí lo tomé y me comuniqué con ella y me narró el terror que vivió y como sentía mucho dolor de cabeza, sin atención médica ni psicológica, sin dinero y sin poder trabajar. Lo evidencié esa misma noche y “milagrosamente” empezó a fluir la ayuda de la autoridad estatal y municipal de Jiménez, solo hasta entonces; el ministerio público está “avanzando” para la judicialización de la primera denuncia de hace un año y la investigación de la segunda y tercera agresión, una semana después acudieron peritos de la Fiscalía con Yasmín a buscar evidencias y ubicar los lugares de los hechos, la mayoría ya fueron eliminados y hasta la hierba estaban quemando.
Yasmín dijo que no le desea este terror a ninguna mujer “He aprendido que no volveré a confiar en un hombre por muy bueno que parezca” dijo a la vez que reconoce el gran apoyo de su madre.
Las redes de apoyo salvan vidas, pero es importante que empiece en casa.
Es así como la violencia institucional en Coahuila está matando a mujeres, la falta de atención integral, la falta de interés de las autoridades, al corrupción que compra a funcionarios y protegen a los agresores y asesinos; están haciendo lo posible para que este caso no sea tipificado como Feminicidio en Grado de Tentativa, pero además pretendían ocultar que no actuaron como debían desde hace un año, que revictimizaron a Yasmín, que el agente del ministerio público fue al hospital prácticamente a sacarle el perdón para su agresor, con violencia psicológica y alevosía; pretendía la autoridad municipal de Jiménez a cargo de Maribel González Espinoza, evadir su responsabilidad de brindar la atención integral a Yasmín desde el momento en que la alcaldesa fue notificada de la agresión y aun no cumple en su totalidad…Sí, la violencia institucional está matando mujeres… Soy Gloria Ruiz, la voz del pueblo, la válvula de escape para muchos, la politóloga del proletariado… To be continued.