Una rubia exhausta se arrastró hasta el consultorio del médico y le dijo:
- Doctor, hay perros por todo mi vecindario. Ladran todo el día y toda la noche y no puedo pegar el ojo.
El médico le contesta:
- Voy a recetarle algunas pastillas para dormir. Unas cuantas de éstas y sus problemas terminarán.
La rubia le contesta al doctor:
- Genial... Intentaré cualquier cosa.
Unas semanas más tarde, la rubia regresó con peor aspecto que nunca y le dice al médico molesta:
- ¡¡¡Doctor... no funcionó!!! ¡¡¡Estoy más cansada que antes!!!
El médico le dice sacudiendo la cabeza:
- No entiendo cómo puede ser eso. ¡Esas son las pastillas más fuertes del mercado!
La rubia le contesta:
- Tal vez sea así, pero todavía estoy despierta toda la noche persiguiendo a esos malditos perros... y cuando finalmente atrapo uno... ¡¡¡Es un infierno lograr que se traguen las pastillas!!!