YA SE DIO CUENTA LA PRESIDENTA, QUE, QUIEN LA PUSO, AHORA LA QUIERE FUERA
Nunca, desde el periodo de Elías Calles, conocido por el “Maximato”, se había visto a un presidente (en este caso, presidenta), tan ignorada, tan humillada y tan amenazada.
Me remito al periodo en cuestión, Elías Calles, en su soberbia y su sueño de seguir manejando, tras bambalinas al país, a través de los presidentes impuestos por él, aprovechando la descomposición y el desorden que prevalecía en el Congreso y su fuerte presencia y manejo de la política, para suerte de los caprichos del llamado “Jefe Máximo”, quien colocó primero a Emilio Portes Gil y después, a Pascual Ortiz Rubio (el nopalito, como lo llamaba el vulgo). Ortiz Rubio, era el hazme reír de la clase política y de gran parte de los medios de comunicación, quienes lo hacían objeto de burlas y caricaturas mordaces, por su descarada entrega a los caprichos de calles y a su poco intelecto. Eran tan grotescos los ataques, que un día, apareció una pinta, frente a Palacio Nacional (el ex presidente Calles, tenía su domicilio, precisamente, frente a Palacio), que decía: “Aquí despacha el Presidente, pero el que manda, vive enfrente.
Ambos personajes –Portes Gil y Ortiz Rubio-, no terminaron todo el periodo presidencial y Calles, fue expulsado del país por Lázaro Cárdenas del Río.
Claudia Sheimbauan, no lleva ni medio año al frente de la presidencia y, en este periodo, no ha podido ejercer el poder como ella quisiera. López, quien está detrás de ella, le dicta instrucciones o, a través de su hijo, Andy y de sus más cercanos (Adán Augusto, principalmente), son los que, también, bajan instrucciones a la presidenta y, están al pendiente de sus movimientos.
Para empezar, López le impuso, a más de la mitad del gabinete de gobierno; López, palomeó, a quienes son hoy, diputados y senadores, por lo que ambas cámaras, obedecen sus instrucciones, no las de Claudia; dejó a su hijo Andy, como la espada de Damocles: el gran gurú del Partido Morena, con facultades metaconstitucionales, por encima de las de la presidenta.
López, dejó las arcas públicas, sin dinero, una cuantiosa deuda y sus herencias malditas: el tren Maya, la refinería Dos Bocas, el Tren Interoseánico y el AIFA, herencia malditas, que, siendo inauguradas varia veces por él, seguirán consumiendo cuantiosos recursos, ya etiquetados en el presupuesto y que suman, miles de millones de pesos. Sus programas sociales, corregidos y aumentados, por donde se fugan billones de pesos, pues a los que ya operaban, les sumó otros más costosos y cuestionables, como el apoyo de “jóvenes” de, entre 18 a 27 años.
Así mismo, López, dejó en ruina al sistema de Salud, desapareció a los órganos autónomos y, está a punto, de acabar con la República, como la conocemos, al desaparecer la autonomía del Poder Judicial, rompiendo el Sistema Republicano, que establece que se rige por tres poderes autónomos: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Por si fuera poco, en EUA, el “Demonio Naranja” comenzó la nueva era, esta vez, más loco que nunca y con todo el poder de las dos Cámaras y un equipo de gobierno de personajes duros y más conservadores que él.
Una vez en el poder, Trump, anunció políticas y acciones duras y absurdas contra sus socios comerciales y a otros gobiernos del mundo.
Como se esperaba, México respondió con balandronadas, ocurrencias y hasta con una concentración masiva en el Zócalo de la Ciudad de México; mientras que los canadienses, con una economía más sólida y con recursos naturales que exporta a EUA, como el gas, amenazó a Trump, con cerrar las válvulas que abastecen a varios condados de la Unión Americana, con cortar el suministro. Al mismo tiempo, el gobierno de Canadá, cerró filas con sus gobernados, empresarios, instituciones y funcionarios, para dejar de comprar mercancías y productos norteamericanos y, realizó acercamientos para hacer alianzas con otros países, principalmente, de la Unión Europea. O sea, medidas tangibles y medibles, no como Claudia Sheinbauam, con discursos y amenazas sin sustento, puesto que nuestra economía, depende, en un 60-70% de la economía norteamericana.
Y, mientras la guerra comercial continúa con EUA, en México, se agudiza la guerra interna dentro del propio gobierno morenista, de egos, de poder y venganzas.
Por lo pronto, en el primer frente, Trump, decidió darle a México, otro mes más de gracia para que cumpla sus caprichos, so pena de hacer efectivas las medidas ya anunciadas.
Así que la presidenta, enfrenta dos mayúsculos problemas, dentro y fuera del país.
¿Saldrá bien librada, o será el principio del fin para ella?
ECOS DE LA MANIFESTACIÓN EN EL ZÓCALO CAPITALINO.
No cabe duda, de que, el desaire que le hicieron a la presidenta, el bando que domina López Obrador (encabezado por Andy López, que agrupa a, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Luisa María Alcalde, Manuel Velazco, entre otros), fue el tema del evento, no fue el discurso –que por cierto pocos pusieron atención, por el cambio de jugada de Trump-, NO.
Lo peor que le podía pasar a la presidenta, es haber sido ignorada, ninguneada y humillada por el grupo en cuestión. Ahora resulta, que nadie de los nombrados, que estaban muy entretenidos tomándose una foto, escuchó cuando hizo su entrada al Zócalo, la presidenta y todos fingieron amnesia, pues Caludia, se acercó al grupo, pero nadie la vio y, cuando tocó el brazo de Andy, éste volteó y, con él, todos los demás acompañantes, que mostraron desesperación, por no haber podido saludar a presidenta de México. ¡Mal y de malas!