Pero, antes que nada, empezaremos esta columna con nuestras típicas y tradicionales calaveritas sindicales, que estaremos publicando por el mes de noviembre y que, como siempre lo comentamos, son enviadas por nuestros amables lectores.
PONCHO CEPEDA
Hoy a Poncho Cepeda la muerte sorprendió,
Por querer ser gobernador, la calaca se lo enfrió,
Y con sus sueños guajiros de mandar se quedó.
En el cementerio, Arturo e Isela, lloran sin parar
Por qué sin su padrino, repudiados quedarán.
Pronto las bases y el comité, de Poncho se olvidarán,
por su gestión de traiciones, los de la 4T sepultarán.
HENRY Y MATA
El oso de la coca con Mata se paseaba,
como si del desfalco ya nadie se acordara.
Sin embargo, la muerte que nada olvida,
les cayó en la 1900, con todo y la fiscalía.
Hoy en el panteón ya les lloran sin parar,
un grupo de damas, que les vienen a cobrar,
porqué les prometieron, del oficio retirar,
Son las cariñosas cachondas del lugar,
Que ahora con los nuevos, se enclochan ya.
TALY PARTIDA
San Pedro triste ha quedado,
ya que al tremendísimo Taly,
La calaca flaca ha encontrado.
Fueron muchas las chaquetas,
que a los secretarios prometió,
y con descaro dinero les tumbó.
La muerte le puso su sorprendida,
Por lambiscón ocurrente y suicida.
Con su lápida de mármol robado,
el vivales personaje se ha quedado,
en los terrenos yermos del eriazo,
que agremiados han compadrado.
En el “Tanteometro” de la semana, existen ya muchas versiones de la supuesta despersonalizada que Arturo Díaz, le dio a su sicaria de las plazas de PAAE, Liliana Adame. Gente cercana y conocedora de cómo se manejan estos personajes, nos comentan que fue un reacomodo de los territorios de operación en la venta de plazas, ya que el manejo de estas por el lado de Coahuila, quedará en manos de Toña Gómez, mientras que Lili, muy a su pesar, seguirá operando solo, por lo pronto, en la laguna de Durango. Veremos y Diremos.
Hasta la próxima…