Aquí el perro del popular refrán que encabeza esta colaboración, es el anuncio, en sí mismo, de la Reforma Judicial Federal, que tanta rabia le ha pegado a nacionales y extranjeros, que tanto despotrican contra ella sin conocerla realmente a fondo, estando como los perros de rancho que ladran nada más porque oyeron ladrar a uno, sin saber por qué; ignorando en que consiste lo esencial de esta transformación urgente y necesaria para la modernización de México.
El solo anuncio de dicha reforma desde un principio causó escozor; ejerciendo toda clase de presiones en su contra como son el forzar a los mercados a que el peso pierda terreno ante el dólar, amenazar con detener las inversiones extranjeras, parar las labores del Poder Judicial Federal, manifestándose en las calles con pancartas, bloqueándolas; expresando la iniciativa privada, algunas cámaras y consejos empresariales su oposición a la Reforma Judicial; y hasta lograr la oposición la injerencia de los embajadores de Estados Unidos y Canadá, en este asunto que solo a México y a los mexicanos que vivimos en su territorio, nos compete.
Cree la oposición que con todas esas y otras manifestaciones más que llegue a realizar, va a impedir que se haga la reforma judicial; la cual debe aprobarse lo más pronto posible para que cesen ya esas protestas, el peso siga fortaleciéndose, el Poder Judicial Federal, reanude desde luego las labores que tanta falta le hacen al pueblo para que tenga una pronta y expedita impartición de justicia, y la iniciativa privada se dedique a lo suyo, a producir, a crear más empleos y a pagarlos mejor, para que sus trabajadores tengan más bienestar, buscando antes que todo el progreso y el desarrollo de México, que tanto la han beneficiado.
Para esta reforma ya nada más falta que se instale el Congreso de la Unión, el próximo domingo 1° de septiembre, con la mayoría calificada que primero aprobó el Instituto Nacional Electoral INE, y acaba de ratificar ayer miércoles 28 de agosto, el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal TEPJF; y que es la que quiere la Reforma Judicial, funcionando en lo que se conoce como Congreso Constituyente Permanente, que es la votación de las dos terceras partes por lo menos de los Diputados y Senadores, y su aprobación por la mayoría de las 32 entidades federativas, para reformar la Constitución.
Con esta reforma constitucional los inconformes perderán banderas y dejarán de tener pretextos para seguir oponiéndose a todo lo que la 4T, ha hecho, está haciendo y hará obedeciendo el mandato que el pueblo le otorgó en las urnas el pasado 2 de junio.
Por lo que “muerto el perro se acaba la rabia”.