Algunas personas dicen que eres inestable, que todo lo que te dicen te afecta. Sin embargo, la gente ataca cuando estás más distraído. Quizás no respondes igual que ellos, tal vez por educación o porque te consideras tonto, al no querer defenderte en ese momento.
A diario tienes muchos pensamientos negativos, y aunque tratas de pensar que las personas son buenas, crees que es lo opuesto. Estás intentando fingir que estás bien, mientras reprimes la tristeza.
Eres vulnerable a todo tipo de palabras denigrantes; no eres como la gente quiere que seas. Odias ser una persona inestable, porque te cuesta pedir perdón cuando las personas se molestan, especialmente en el momento en que te enojas.
Ser inestable te etiqueta como problemático, pero te gustaría mucho que alguien te dijera qué hacer cuando te critican o te dicen algo. Quizás eso te ayudaría mucho a no ser inestable.
A veces, sientes que estás atrapado en un ciclo del que no puedes escapar, donde tus emociones te dominan y te empujan a reaccionar de maneras que luego lamentas. Sabes que ser más fuerte emocionalmente es posible, pero la inseguridad y el miedo te mantienen en un lugar oscuro.
Sin embargo, dentro de ti existe una pequeña chispa de esperanza, una creencia de que algún día, con apoyo y comprensión, podrás encontrar la paz que tanto anhelas.