El último clavo del cajón mortuorio del PRI, será dentro de tres años, en caso de que la oposición, en este caso Morena, se ponga las pilas y no le lleguen al precio a quienes, a partir del uno de enero, habrán de rendir protesta como regidores en la administración municipal. El único sobreviviente de las filas de AMLO, es el síndico de primera minoría, Delfino Álvarez, quien en el que grita en el desierto y nadie lo escucha.
A nivel nacional, el otrora partidazo Revolucionario Institucional, que ni es revolucionario mucho menos institucional, de acuerdo a los que conocen a detalle cómo viene la ola en todos los estados donde gobierna Morena, únicamente tiene su bastión en Coahuila, porque en el caso de Durango, no se sabe si es PRI, PAN, MORENA, Independiente o Movimiento Ciudadano, no queda bien definido.
“Charro” Ramírez López, actual presidente municipal de Matamoros, ampliará tres años más el año de Hidalgo, al igual que sus más cercanos cómplices y nuevos ricos, como es el tesorero Efraín Huitrón y el político venido a menos, Juan Carlos Ayup, que están sobreviviendo porque al PRI estatal no le quedan más cartuchos quemados y debe de mantenerlos en nómina, por conveniencia.
La derrota de MORENA, el pasado 2 de junio, no se debió a otra cosa que, a la desunión, a la falta de criterio, a la ambición de quienes intentaron ser candidatos a alcalde, pero al final ganó la envidia, el coraje, los compromisos, el compadrazgo, el amiguismo y no se duda que hasta las faldas de quienes no tenían posibilidad alguna de ganar, pero que usaron sus escasos dotes para ser tomados en cuenta y ahí está el resultado.
“Bandalito” Moreno, como ahora le dicen al dirigente nacional del PRI, enseñó el cobre de una manera descarada y con él, en el Consejo Político, se quedaron los que aseguraron el hueso para los próximos seis años, seis años que serán una pesadilla y cuyo papel es de simples borregos, ya no habrá presupuesto suficiente y contra viento y marea, estarán en la nómina y negociando para aumentar su patrimonio, es su última oportunidad.
En la Comarca Lagunera, la militancia priísta se fue con la finta, a “Chafito” le costó mucho dinero comprar conciencias y alcanzar los pocos más de 30 mil votos que le dio el electorado, con 200 pesos, una despensa, un kilo de huevos que, a estas alturas, ya no existen en la alacena y ahora viene el sufrimiento. ¿Qué invirtió la candidata de MORENA, Azalea Huitrón?, prima del tesorero municipal, sólo saliva, promesas, un discurso emulado del Presidente de la República, con la promesa de no robar, no traicionar y no mentir, aunado a la inconformidad y desunión de las bases.
Dio la impresión de que todo estaba fríamente fraguado, los liderazgos morenistas, no fueron tomados en cuenta y a última hora no les quedó de otra que ir a arrodillarse con “Chafito” para negociar, dar golpes mediáticos y aparentar que el PRI fue la mejor opción, por eso ahora aparecen en la nómina con cargos sacados de la manga para justificar la recompensa.
Lo cierto es que el tiempo pasa rápidamente y dentro de tres años la historia será diferente, quedan pendientes muchas promesas para cambiar Matamoros, “Chafito” y pandilla aprovecharán todo este tiempo para seguir incrementando su patrimonio, tres largos años para aprovechar el Año de Hidalgo, mientras tanto, el municipio y su gente, pagarán las consecuencias, si no, al tiempo.