A veces estamos en la orilla del mar, queriendo estar en lo profundo del océano, queriéndonos arriesgar, porque no estamos satisfechos con la vida.
Somos afortunados de tener lo esencial, una vida plena con constantes subidas y bajadas, nacimos para sufrir, pero también ser felices.
La esperanza se obtiene al llegar a este mundo, pero otros la olvidan siendo la esperanza un alimento para el ser humano.
La madurez es cuestión de tener inteligencia y capacidad de comprensión, es una balanza en lo que está bien y lo que está mal.
La aceptación como te ven y como ves a los otros, es cómo navegar en calma y a veces en tormentas; es injusto no poder lograr que te acepten como eres.