Advertencia: Si usted es de los ocultos o abiertos dirigentes de Morena o un fanático vividor de sus dádivas y mentiras, este mensaje no va dirigido a ustedes, les pido abstenerse de leerlo.
Dos mitos mayúsculos que han permeado en algunos sectores del pueblo y habitantes de México son: "La voz del pueblo es la voz de Dios" y "El Pueblo sabio". con esas dos irrealidades han querido apuntalar una supuesta democracia que ha ocasionada que millones de personas vivan manipulados y en la miseria y muchísimas otras personas bajo un clima de terror e ilegitimidad en México.
Para el primer mito, primero se debe definir el término "pueblo" y si ese concepto de pueblo fue, es y será siempre el mismo, y en seguida definir o nombrar de qué "dios" se habla.
Para el segundo mito, definir si ese "Pueblo sabio" es siempre y constantemente sabio y también si ese concepto es válido para todos los pueblos del planeta y en todas las épocas.
En espera que alguna persona nos aclare esas cuestiones, aquí partimos que esos mitos sólo sirven para engañar e imponer supuestas formas de gobierno que sólo funcionan para los corruptos, demagogos y criminales.
Pensemos en los 120 millones de habitantes del país, cuántos son realmente pueblo, cuántos ciudadanos y cuántos habitantes; Ahora entenderá por qué no hay elecciones legítimas en México, porque sólo hay una democracia simulada y únicamente para beneficio de las mafias nacionales e internacionales.
En seguida menciono lo que realmente le está sucediendo al pueblo y a los habitantes de México, no se usa el término ciudadano, porque la Constitución norma que la soberania nacional radica en el pueblo, "Artículo 39.- La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo". es decir, la jerarquía de pueblo es mayor que la de ciudadano, ya que la calidad de ciudadano se adquiere y se pierde según el "Artículo 34.- Son ciudadanos de la República los varones y mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos: I. - Haber cumplido 18 años, y II. - Tener un modo honesto de vivir". sin modo honesto de vivir dejo de ser ciudadano, pero nunca puedo dejar de formar parte del pueblo.
Esta forma de manosear los términos "pueblo y ciudadano" solo deja un gran espacio para que los corruptos, demagogos y criminales abusen y maniobren para someter y empobrecer a los mexicanos al robarles el patrimonio nacional, la paz y la salud. La preponderancia de la demagogia indica que el pueblo es más gobernado que gobernante.
El movimiento 4T tiene como objetivo minar y destruir a la persona humana y por ende a la mexicanidad y usa tres armas para lograr su meta, a saber; la corrupción, la demagogia y la mediocridad y hacer de cada mexicano un hombre-masa (ambos sexos).
Veamos cómo lo están logrando: Un hombre-masa (H-M) carece de originalidad de juicio, no concede valor a su personalidad individual, mejor se sumerge en la colectividad, multitud o masa.
El H-M odia la tranquilidad, la meditación, el silencio y todo lo que le ofrezca una oportunidad de penetrar en las profundidades de su alma.
El H-M vive en la evasión, el escape del yo por medio del alcohol, lecturas y películas frívolas, y otros vicios, para llenar su vacío existencial.
El H-M busca ser influido más que influir, se deja llevar por las excitaciones publicitarias y lee sólo lo que le excita como la publicidad, la propaganda y pornografía.
El H-M se deja llevar por sus instintos a los cuales debe satisfacer sin tomar en cuenta si esa satisfacción va de acuerdo a la razón y a la moral, no sabe de sacrificios ni de autodisciplina, por lo cual no es dueño de sí mismo.
El H-M cambia sus creencias del bien y del mal como una veleta, lo que hoy ve bueno, mañana lo desprecia y lo cambia por lo que antes era malo. No tiene metas y objetivos claros, su vida y tiempo lo gasta en distracciones, su vida se convierte en un patrón de instantes inconexos, ningún de los cuales tiene sentido de conjunto.
El H-M identifica el dinero con el placer y por lo tanto se inclina ante el dinero y busca tener mucho dinero para lograr mucho placer. Lo peor es que busca tener dinero en base al menor esfuerzo, como vender su dignidad y su libertad a cambio de favores en las urnas. "El que cambia su libertad por seguridad, no merece ninguna". A. Lincoln.
El H-M ante su soledad interior crea una falsa comunión con los demás, se la pasa en fiestas, distracciones colectivas, en antros, etc., para evadir la soledad personal y del hogar.
El H-M es estandarizado, odia la superioridad y la jerarquía de los demás, ama los escándalos para sentirse que no hay nadie mejor que él, no tiene creencias sobrenaturales para que no le pongan límite ni remordimiento a su vida pervertida y estéril.
El H-M está sumergido en la mentalidad colectiva que lo mismo se le puede llamar por un número que por su nombre, vive sometido a una autoridad anónima que denomina: "ellos", "ellos dicen", o "ellos usan", "ellos hacen esto o lo otro", el anonimato es su protección para no asumir ninguna responsabilidad.
Es así como forman al H-M para hacerlo la materia prima de los gobiernos totalitarios. Y quiénes son y dónde están esos individuos perversos que buscan el poder por el poder, la respuesta es: Ve a tu alrededor y todos aquellos que colaboran organizadamente a formar H-M ahí los encontrarás, ya individualmente o en las instituciones, u organismo o colectivos, y sobre todo en la educación, los partidos políticos y el gobierno. Un pueblo dividido no puede mantenerse de pie.
Morena se aprovecha de la pobreza y miseria material y espiritual de millones de habitantes del país, para volverlos H-M, y luego presentarse como sus salvadores, así como mantener a las clases media y alta en constante zozobra, terror, amenaza, extorsión, asesinatos y perversión. La base del mejoramiento social, habrá de encontrarse siempre en el mejoramiento personal. Rehacer al hombre y rehacerís su mundo. Se necesita imperiosamente restaurar en el hombre el respeto hacia sí mismo y honrarle como es debido, esto le impedirá humillarse servilmente ante quienes amenazas con esclavizarlo y le dará el valor necesario para defender sus derechos, aún luchando solo si fuese necesario, cuando el mundo esté equivocado. Hay que proporcionarle solaz, aliento y esperanza a su corazón; verdad y luz a su mente; bondad, fortaleza y resolución a la voluntad; Aquí es donde inicia la resistencia cívica. Usted lector dice la última palabra.