Las naciones avanzan por diversos grados de desarrollo, progreso y esplendor, lo hacen atendiendo a su vocación (misión) terrenal de colaborar para la implementación de condiciones favorables para el bien vivir de su pueblo y habitantes y de la solidaridad entre sí y con otros países y también por el apremio de atender los retos de la naturaleza y del bien común, para lo cual se requiere que cada persona ponga lo mejor de sí en beneficio de los demás y el propio.
Pues ahora México se está convirtiendo en la excepción, ya que el gobierno federal actual y el próximo están colocando un altar a la mediocridad, luego de haber sumido al país en la demagogia y la corrupción. La 4T consiste en acostumbrar al pueblo y habitantes de México a vivir “cómodamente” en la demagogia, la corrupción y la mediocridad; tres vicios que les darán el poder para mantener sometidos y esclavos a los mexicanos, dándoles a cambio sus $3,100 pesos mensuales.
Qué reciben a cambio los que venden su dignidad y libertad por esa dádiva; reciben inflación, carestía, inseguridad, mala atención médica, maltrato a las mujeres, nula protección a vida y patrimonio, extorsión. pésima educación a cambio de mucha ideología pervertida, resultado: ya los están acostumbrando a la mala vida y a la mediocridad. .
Para el próximo gobierno federal es prioritario endiosar la mediocridad para deformar a los mexicanos y volverlos dóciles y complacientes para cuando les coloquen el yugo a la yunta del sometimiento.
José Ingenieros escribió: La mediocridad como una ausencia de características (virtudes) personales y agregaba, “los hombres mediocres son indiferentes. No tienen voz sino eco”. Carecen de capacidad para pensar y decidir, suelen ser rutinarios, mansos y conformistas.
La psicología de los hombres mediocres se caracteriza por un rasgo común: la incapacidad de concebir la perfección, de formarse un ideal. Son rutinarios, indiferentes y mansos; piensan con la cabeza de los demás, comparten la ajena hipocresía moral y ajustan su carácter a las domesticidades convencionales. La mayoría de la gente no se siente apremiada para mejorar. Poco a poco acostumbrarlos a una vida miserable. como es el caso de los 60 millones de mexicanos que viven mal.
En adelante, en este y el próximo gobierno federal, toda acción (ideas, proyectos, iniciativas, emprendurías, programas) pública y privada que no lleve el sello (impronta) de la mediocridad, además de ser ninguneada, será atacada y sancionada.
Lo que viene es prepararse para vivir en la mediocridad, con servicios mediocres, productos mediocres, gobiernos mediocres, atención social mediocre, egresados y profesionistas mediocres, servicio médico mediocre, las relaciones humanas mediocres, impartición de la justicia mediocre, en fin, comer. respirar, oler, ver y saborear la mediocridad hasta verla natural y normal.
Luego habrá encuestas mediocres, un INE mediocre, obras públicas y privadas mediocres, todo será mediocre en la economía, en el sistema de seguridad social, en la banca, en los aeropuertos, hospitales, en las religiones, en las universidades públicas y privadas, en los partidos políticos. No tarda en que exijan que se coloque un altar a la mediocridad en todas las oficinas públicas y privadas, hasta en la propia casa. El objetivo es no dejar un solo espacio a los “enemigos” de la mediocridad.
Por eso les urge a los gobiernos morenistas eliminar, destruir, socavar toda persona, programa o institución que sea ejemplo y emblema de la excelencia, de la calidad, de buen servicio, de superación, de valores y virtudes, ejemplos de esas instituciones son la Suprema Corte de Justicia, el INAI, la Constitución de México. etc.
La meta de los gobiernos morenistas es que el “todopoderoso pueblo” se incline ante los mafiosos y corruptos gobernantes. la nueva esclavitud será suave porque será a través de la mediocridad, que es como darle un dulce a un niño. El reto para detener este tsunami de mediocridad es mayúsculo, el camino es: primero evitar el contagio de la mediocridad, sobrevivir, unirse con los semejantes, organizarse y concretar acciones para rescatar al país, ejemplo: como resaltar los valores y virtudes de un pueblo trabajador, disciplinado, exitoso, progresista y triunfador, amante de la libertad, es decir, educado en su vocación para bien de todos. Usted lector dice la última palabra.